Galicia, en pleno 2025, continúa siendo escenario de partos sin las condiciones básicas de atención sanitaria, en una situación que ha puesto en el punto de mira al PP como responsable de una gestión deficiente que ha dejado a hospitales y centros de salud sin recursos adecuados. Así se ha alzado la denuncia desde Ourense, donde el servicio de partos ha tenido que ser trasladado a unas instalaciones provisionales sin las mínimas condiciones higiénicas, en plena temporada veraniega.

Rueda puede decir lo que quiera, pero hoy en Galicia hay mujeres dando a luz sin agua caliente”, ha denunciado este lunes Elena Espinosa, portavoz de Sanidad del PSdeG, manifestando las precarias condiciones que están teniendo que asumir tanto las pacientes como los profesionales sanitarios.

Y es que la sanidad pública gallega, especialmente en los meses más calurosos del año, se encuentra al límite, donde hay mujeres sin privacidad en los partos, sin las correspondientes duchas tras dar a luz y sin un equipamiento adecuado. Dichos relatos que llegan desde los hospitales gallegos dibujan un mapa sanitario precario y desbordado.

Asimismo, la diputada ha señalado al Partido Popular por el rechazo en el Parlamento de la propuesta presentada por el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, para garantizar por ley una cita con el médico de familia en un plazo máximo de 48 horas. “No se trata de una medida extraordinaria, sino de un compromiso básico con la atención primaria que el PP rechaza sistemáticamente”, ha recalcado.

En pleno siglo XXI las ourensanas tienen que dar a luz en condiciones tercermundistas

En la comarca de O Salnés, los centros de salud apenas sostienen su funcionamiento sin pediatras ni refuerzos de personal. En Vigo, en el centro de salud Pintor Colmeiro, no existen los médicos correspondientes a las citas solicitadas por la tarde, derivándose directamente al PAC. En Cervo, solo permanece una médica con horario reducido. Y finalmente, en Barbanza, la presión asistencial se incrementa mientras el número de profesionales disminuye.

“Estos son solo algunos ejemplos de lo que pasa cada día en muchos centros de salud de Galicia. La Xunta está instalada en el negacionismo mientras la sanidad pública se deteriora sin freno. Ni el presidente ni el conselleiro asumen su responsabilidad ni toman medidas”, concluye Espinosa, advirtiendo de que “la sanidad no se defiende con discursos, sino con hechos, con personal, con planificación y con recursos públicos”.

A la denuncia del PSdeG se suma también el BNG, donde Ana Pontón, su portavoz nacional, exige al Gobierno autonómico que detenga el traslado del materno-infantil de Ourense hasta que se garanticen condiciones dignas para el parto. “¿De verdad considera el señor Rueda que en pleno siglo XXI las ourensanas tienen que dar a luz en condiciones tercermundistas?”, lanzó la portavoz en una pregunta que aún resuena. Además, ha reclamado al Ejecutivo gallego que no recurra la sentencia por contaminación en el embalse de As Conchas, solicitando su recuperación inmediata.

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