Aún colea y mucho el informe del Consello de Contas en el que, por diferentes cuestiones, pone en entredicho todo el proceso que llevó a la construcción, gestión y puesta en marcha del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. La cifra del sobrecoste de 470 millones de euros es la que copa buena parte de los titulares; sin embargo, existen otros elementos como el de la falta de transparencia que, si cabe, le dan un cariz todavía más controvertido a la que estaba llamada a ser joya de la corona de la sanidad gallega.
Cuando las instalaciones se pusieron en marcha, los profesionales se manifestaron por los recortes y contra el modelo de gestión elegido. Es decir, hace casi una década ya advirtieron de que el procedimiento elegido por el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo y del que formaba parte el actual presidente de la Xunta de Galicia supondría un coste muy por encima del que supondría a un modelo 100% público.
Hasta el momento, Rueda y Feijóo no se han pronunciado, algo que llama la atención entre los partidos de la oposición y los colectivos de usuarios y profesionales del sector que defiende una sanidad pública y de calidad.
Las voces que reclaman explicaciones se multiplican. Desde la administración autonómica se ha echado el cierre, solo roto por el comunicado hecho público al conocerse la controversia por parte del Servizo Galego de Saúde, Sergas, dependiente de la Consellería de Sanidade.
En ese escrito, el objetivo principal que se marca su creador es justificar la necesidad de un modelo como el elegido, y dar la vuelta a los datos sobre la fiscalización realizada por el Consello de Contas.
Ante esta ausencia de aclaraciones, los partidos de la oposición autonómica han decidido pedirlas en sede parlamentaria.
El primero en hacerlo ha sido el líder de los socialistas gallegos. José Ramón Gómez Besteiro, desde Burela, informó de que su formación ya ha registrado una batería de iniciativas relacionadas con el sobrecoste y “otras irregularidades en la licitación del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo”.
Besteiro recordó que lo señalado por el Consello de Contas confirma "lo que los socialistas gallegos venimos denunciando desde hace años”.
Del mismo modo, además de las iniciativas parlamentarias, el secretario general del PSdeG anunció el envío de una carta al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para reclamarle “su comparecencia urgente en el pleno de la Cámara autonómica”.
Presidente y vicepresidente
El líder de los socialistas insistió en que Feijóo, que era el presidente cuando se licitaron las obras, y Rueda como vicepresidente, “no pueden seguir escondiéndose y deben dar explicaciones sobre el despilfarro de 470 millones, sobre la ampliación irregular del contrato y la falta de transparencia durante todo el procedimiento de licitación”.
En una línea similar se pronunció también la portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego. Ana Pontón unió lo sucedido con el hospital vigué a la situación actual de la sanidad pública gallega, alertando de las consecuencias “de los recortes y privatizaciones del Partido Popular a lo largo de estos años”.
A su juicio, las condiciones en Galicia de uno de los pilares más importantes del estado del bienestar son “críticas”. En este sentido, insistió en que esta situación se “agudiza” en verano, “donde vemos un incremento del nivel de recortes como centros de salud sin pediatra, falta de personal médico” y, en general, el “deterioro” de un servicio básico como es la sanidad.
Todo esto es una consecuencia de mala gestión y del modelo elegido por el PP. Su apuesta, según Pontón, es “deteriorar lo público en beneficio de la sanidad privada porque para ellos la salud es un negocio”.
Y es aquí donde la líder nacionalista habló del Hospital Álvaro Cunqueiro, que es el ejemplo de esas políticas. Siguiendo las informaciones de estos días, Ana Pontón calificó de “escandaloso” el dinero expuesto en el informe de fiscalización del Consello de Contas, un sobrecoste por “un hospital más pequeño y con menos camas de lo que estaba previsto".
La gravedad de lo reflejado es para la portavoz del BNG “una estafa al conjunto de la sociedad gallega”, ante la que “Rueda no se puede ir de rositas”. Por ello, anunció que su formación solicitará en breve la convocatoria de la Diputación Permanente de la Cámara gallega con el objetivo de que el presidente autonómico “acuda para asumir su responsabilidad política por construír un hospital con recortes y privatizado" y para, una vez conocido el “entramado de irregularidades de la concesión”, se proceda al “rescate” y se convierta en 100 por 100 público el hospital de Vigo.