Después de que el pasado mes de noviembre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicara que la responsable de la administradora de la inmobiliaria Niebla Azul y mujer de Alberto Núñez Feijóo, Eva Cárdenas, tenía que devolver al Estado el área de la vivienda que se encuentra en las proximidades de la playa de O Con, en Moaña (Pontevedra), ésta respondió pidiendo una concesión de 30 años para disfrutar del uso privado.
Sin embargo, tal y como ha explicado ElPlural.com en varios artículos, habría cuestiones puramente legales por las que esto no podría darse. Una de ellas se desprende directamente del BOE, y es que hay que entender qué dice la ley que rige actualmente este tipo de cuestiones en el litoral español.
Las construcciones en las costas de nuestro país vienen legisladas en la actual Ley de Costas, rubricada en 1988. El texto contiene varios artículos que irían en detrimento de que la esposa del presidente gallego mantuviera el chalet del que es propietaria en este municipio gallego, como el 25. “En la zona de servidumbre de protección estarán prohibidos las edificaciones destinadas a residencia o habitación”, emite en uno de sus puntos.
Y añade, en la disposición transitoria cuarta: “Las obras e instalaciones construidas con anterioridad a la entrada en vigor de la presente Ley, sin la autorización o concesión exigible con arreglo a la legislación de costas entonces vigente, serán demolidas cuando no proceda su legalización por razones de interés público”.
Desde la década de los 20
De las evidencias de estos párrafos se desprende también otra lectura que tiene que ver con el paso del tiempo y que explican voces expertas en la materia a ElPlural.com. “La casa tiene una licencia de los años 40, pero para ser legal, al encontrarse dentro de los 20 metros que lo que antes se llamaba servidumbre de salvamento -de paso/dominio público marítimo-terrestre- debe disponer de la autorización de Costas de aquel momento”, indican.
En esta línea, se refieren a la legislación de 1928, de Puertos (a la postre de Costas). “En esta normativa ya se decía que cualquier construcción en esos 20 metros necesitaba autorización (…) Si el inmueble es de los 40, necesita la autorización”, insiste la fuente, que prefiere mantener el anonimato, al otro lado del teléfono. “Hay casas que la tienen, pero hay otras que no. Costas tendrá que comprobar si la vivienda dispone de esos archivos”, añade.
Hay otras zonas del inmueble que también resultan polémicas, como la colocación de ventanas u obras en la parte superior del chalet, pero lo que parece que no ha lugar a dudas es acerca de la concesión que pide Cárdenas. “Si ella antes no era propietaria y es deslinde no ha cambiado, que parece que no…”, exponen, porque “quien compró esto, compró solo la parcela”. “Por lo tanto, el derecho a 30 años no existía. En todo caso tendría que pedir una concesión normal, no transitoria, pero tampoco se la deberían dar porque no se conceden para uso privado”, cierra.
Y concluye la explicación: “Sería legal si esta casa tuviera un permiso de Costas de los años 40. En aquel momento sí dejaban hacer casas aquí, pero siempre con permiso. A partir de 1988 no se pueden hacer; requería igualmente el permiso de Costas. Otra ley del 69 dice lo mismo, y así sucesivamente”.
La propiedad de Eva Cárdenas era una antigua edificación cuyo jardín salía directamente al arenal a través de una pequeña puerta azul, lo cual responde a un privilegio que se encontraba legalizado hasta 2007, no así sin embargo en el instante en el que Cárdenas adquirió la casa, en 2019.
El tiempo se cuenta de esta manera porque es oficialmente en 2007 cuando se aprueba el deslinde de dominio público marítimo-terrestre y pierde una concesión preexistente para el empleo del terreno. “No tiene derecho porque si antes ella no era propietaria y el deslinde no ha cambiado…”, cuentan al otro lado del teléfono a este medio de comunicación. “Para empezar, pide una concesión normal, pero no transitoria, y esta no se pueden conceder para usos privados”, acentúa.
En todas estas semanas, el PSOE de Galicia (PsdeG) ha denunciado la “hipocresía” del PP, que “mientras habla de la emergencia de la vivienda, intenta consolidar la ocupación privada de su élite política".
“No hay peor ejemplo para quien aspira a gobernar a un país que utilizar recursos que son de todas y todos para su beneficio personal”, indicaban en los últimos días, para condenar que “quieren perpetuar la privatización de un bien que pertenece al conjunto de la ciudadanía”.
Paloma Castro, diputada socialista en el Parlamento gallego, ha lamentado que el PP de la autonomía, liderado ahora por Alfonso Rueda, pregunta si la región “está dispuesta a permitir que los intereses privados de Feijóo y sus amigos prevalezcan sobre el derecho del pueblo gallego y de su litoral”. “No vamos a consentir que los ‘populares’ conviertan el traspaso de competencias en un “cheque en blanco para favorecer a los suyos, y seguiremos defendiendo el patrimonio público frente a sus intentos de privatización encubierta del Partido Popular”.
El presidente actual de la Xunta, por su parte, ha asegurado que no habrá trato de favor hacia la “mansión ilegal” -así la llama el presidente de Pladesemapesga, Miguel Delgado-, de Cárdenas en caso de que una parte de la misma tenga que ser derribada.
Versión de Eva Cárdenas
De acuerdo con lo solicitado por el representante legal de Eva Cárdenas, se recoge su versión y se parafrasea lo que piden que se publique como rectificación:
"Que la llamada (por su principal detractor) "mansión ilegal" no ha sido declarada así ni por sentencia judicial firme ni por resolución administrativa, ni consta incoado ningún procedimiento judicial al respecto; que su construcción es anterior a su adquisición por parte de Dña Eva Cárdenas Botas, cumple con la normativa que le es de aplicación, que el muro no ha sido edificado por Dña Eva Cárdenas, que se ha limitado a la conservación del mismo; que la dificultad del acceso a la playa no le es imputable a Dña Eva Cárdenas, sino a los dos tramos rocosos que hay a su lado y que no es una "playa privada" y que el cartel que prohíbe el paso y las boyas han sido instaladas por Costas por el mal estado del muro".