El Gobierno de la Comunidad de Madrid sobrevive entre críticas internas a la revolución que muchos presagian. PP y Ciudadanos no atraviesan un buen momento, haciendo públicas sus diferencias frente a los medios de comunicación y responsabilizándose mutuamente de la mala praxis en algunas cuestiones relativas a la gestión de la pandemia. Las residencias y los protocolos de derivación hospitalaria que el mando único, liderado por el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, envió a residencias, hospitales y ambulatorios han sido la prueba definitiva de las diferencias existentes entre uno y otro bloque.

Mientras el núcleo duro de Ayuso se refiere a estos documentos que limitaban la capacidad médica para atender a ancianos enfermos, discapacitados o con problemas endógenos como un “error”, el consejero de Políticas Sociales responde informando de que él avisó de lo que podría suceder. Y es cierto, tal y como se desprende de los correos electrónicos del dirigente naranja, otrora responsable de las residencias hasta que su capacidad fue limitada por el mando único, Reyero avisó a sus homólogos de que este tipo de actuaciones y directrices de derivación suponían una  “discriminación de consecuencias legales” que abocarían a muertes “de forma indigna”.

Este vaivén de declaraciones, donde PP y Ciudadanos tratan de despejar las responsabilidades, ha provocado que la oposición haya presentado en la Asamblea de Madrid peticiones para que el consejero de Sanidad sea reprobado y cesado por las negligencias cometidas. Concretamente, fue Unidas Podemos-Izquierda Unida quien primero presentó esta decisión, el pasado viernes, sumándose posteriormente y uniendo fuerzas tanto el PSOE como Más Madrid.

Sin embargo, la mayoría sigue siendo insuficiente si el bloque de derechas no se fractura. La izquierda suma 64 escaños en la Cámara madrileña (37 PSOE, 20 Más Madrid y 7 de Podemos-IU), quedando únicamente a tres de la mayoría absoluta. La constatación de que hay dos sectores dentro de Ciudadanos -uno que sigue fielmente a Ayuso y otro que empieza a cansarse de su beligerancia- ha provocado que ciertos medios de comunicación hayan apuntado que no es imposible que tres diputados naranjas rompan la disciplina de voto y acaben reprobando al consejero de Sanidad.

Este movimiento subrepticio sería liderado por Alberto Reyero, cabeza de turco del PP, según apuntan ciertas informaciones. Sin embargo, tal y como han confirmado fuentes de Ciudadanos a ElPlural.com, en este momento no se está barajando esta opción. El propio Ignacio Aguado se ha encargado de explicar que estas teorías están alejadas de la realidad, por lo que por el momento el sector más progresista de Ciudadanos permanecerá en la sombra.

“Ya ha dicho Aguado esta mañana que ni reprobación ni moción”, señalan fuentes del Ejecutivo regional. Por su parte, fuentes de Unidas Podemos, impulsores de la reprobación a Ruiz Escudero, apelan a la coherencia teniendo en cuenta los desplantes de las últimas fechas: “Lo coherente es que todo Ciudadanos votara a favor de la reprobación dadas las acusaciones tan graves de Reyero”.