Con la Navidad a punto de tocar a la puerta, en Nochebuena, cenas de empresa y otras reuniones con familiares o amigos en tiempos de pandemia se deben extremar las precauciones, y más cuando la sexta ola de Covid-19 actúa con una fuerza inesperada en los contagios.

Por esta razón, y para una mayor seguridad y protección, la demanda de test de autodiagnóstico se ha disparado en las últimas semanas. Sin embargo, las farmacias se han encontrado con una falta de stock que no responde a las peticiones de los clientes. En el caso de la Comunidad de Madrid, el problema se ha agravado: las llamadas a los distintos centros de salud de la región no obtienen respuesta, por lo que los madrileños tienen que recurrir al "autodiagnóstico" y, en caso de positivo, solicitar una PCR también supone sumergirse en una odisea.

La variante Ómicron está siendo la principal culpable del disparo de los contagios en España, volviendo a disparar la incidencia acumulada a más de 500 casos, situándo al país de nuevo dentro del rango de riesgo extremo por el virus, según el semáforo covid. En relación con la situación de Madrid, los positivos se han triplicado en las dos últimas semanas, notificando tan solo este jueves 6.150 nuevos contagios.

El recurso más fácil y cómodo

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso anunció el reparto gratuito de test de antígenos que se pondrían a disposición de los madrileños el pasado 15 de diciembre pero, un aviso de última hora de la Consejería de Sanidad anunció de que esta campaña no podría arrancar hasta la semana siguiente por problemas con el suministro.

Por su parte, las farmacias reciben a diario vecinos que buscan comprar test de antígenos: "Es que tengo un bautizo mañana y me han recomendado que me haga la prueba", afirmaba una vecina del barrio de Cuatro Caminos a pesar de no tener síntomas compatibles con el virus. Sin distinción de edades, todos acuden a la farmacia a por su test de autodiagnóstico: "Todo el mundo, desde jóvenes a mayores. Quizá gente que trabaja en empresas o gente que va a reunirse", explica Raquel, farmaceútica en Cuatro Caminos.

El Colegio de Farmaceúticos, en comunicación constante con la Consejería de Sanidad regional, informó tanto de la noticia del reparto de test gratuitos como el consiguiente retraso de los mismos, aunque algunos profesionales reconocen que se enteraron de la información por los medios de comunicación. "Estamos intentando pedir en todos los almacénes pero están fuera de stock en todos", reconoce Loreto, profesional de la Farmacia Maravillas, en el barrio madrileño de Alvarado.

Sin embargo, debido a este retraso de última hora, Eva, trabajadora en la Farmacia Reina Victoria del distrito de Tetúan, no ve tan claro que la semana que viene reciban estos productos: "Los proveedores los van a repartir después de Nochevieja, la mayoría están haciendo repartos a 3 de enero", asegura a ElPlural.com. 

Una farmacia madrileña anuncia a sus clientes de que no les quedan test de antígenos. Foto Marta Alberca

Una farmacia madrileña anuncia a sus clientes de que ya no tienen test de antígenos. Foto: Marta Alberca.

Antes mascarillas, ahora antígenos

"La gente viene a por diez", desvela Loreto. La compra de los test de autodiagnóstico, aunque cabe medir su precio dependiendo de a qué establecimiento se acuda, se ha disparado hasta el punto de que los usuarios van a comprar con encargos de familiares o amigos, e incluso se llevan a casa más de un test para poder realizarse la prueba en un futuro próximo. Esta compra con tintes compulsivos también se dio en el boom de las mascarillas cuando había desabastecimiento a nivel nacional. "Cuando llegaron las mascarillas la gente compraba de 100 en 100", recuerda.

Todos los profesionales consultados por este medio coinciden en que se debería regular el precio de los test de antígenos, al igual que se hizo meses atrás con el de las mascarillas, tanto por la alta demanda del producto como por la necesidad que en tiempos de pandemia las pruebas diagnósticas tengan un precio asequible para todos. "Se debería regular el precio, creo que en los colegios se debería repartir como hacen en otros países", opina Raquel.