Iago Negueruela, conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo del Gobierno de las Islas Baleares cree firmemente en el diálogo social para impulsar el crecimiento y el bienestar de todos. "Siempre he sido optimista, es difícil negociar si no lo eres y no te marcas retos ambiciosos", asegura en una entrevista a ElPlural. Su último reto ha sido sentar en la misma mesa a sindicatos y patronal del sector turístico para dar forma al nuevo convenio de hostelería, un acuerdo sellado la semana pasada que ha sido calificado de histórico. Contempla, entre otras cosas una subida salarial de un 8,5% en dos años, la mayor de toda España y medidas para garantizar la conciliación familiar o la formación de las trabajadoras y trabajadores.

"Estamos contentos porque cumplimos uno de los objetivos marcados, que se redistribuyese mejor la riqueza"

PREGUNTA.- ¿Cuáles han sido las claves para resolver este acuerdo, que muchos han calificado de histórico? 

RESPUESTA.- Es un acuerdo para nosotros muy importante. Es la primera vez que lo asumen todas las federaciones hoteleras junto al sector de restauración y ocio nocturno, con unas claves claras, que son: la primera, un aumento salarial importante y necesario, de un 5% en 2023, a pagar ya en la nómina de abril, y de un 3,5% el año que viene. Por tanto, en cuanto a convenios de hostelería en España, vuelve a ser el más importante. Y hace que en un acumulado de siete años en Baleares haya subido el salario de hostelería un 25,5% a 160.000 trabajadores. Nosotros estamos contentos porque cumplimos uno de los objetivos marcados: que se redistribuyese mejor la riqueza.

Hemos pactado dos tripartitos, con patrones, sindicatos y gobierno, para introducir un mecanismo de medición de cargas de trabajo en camareras de piso con una metodología pactada que está a punto ya de poder publicarse y luego un acuerdo tripartito en materia de formación, porque vemos que uno de los factores que necesita Baleares para mejorar la productividad del sector es la formación, ya que se está apostando por hoteles de más categoría, de más calidad y la formación pasa a ser un eje clave y estratégico. 

P.- ¿Qué ha resultado más difícil, convencer a la patronal o a los sindicatos? ¿Cuáles han sido las principales dificultades? 

R.- La acción conjunta de sumar gobierno, patronales y sindicatos, con quienes también hemos pactado la normativa turística, permite tener un diálogo social más amplio, donde cada uno busca unos objetivos y todos nos ponemos de acuerdo.

Llevamos unos años de pandemia muy complicados y aquí nunca tuvimos dudas sobre la necesidad de adoptar medidas muy complicadas complicadas para asegurarnos la temporada turística. Hubo un consenso muy amplio y eso nos ha permitido tener mucha confianza. Al final, cada parte tiene que asumir parte de las posturas del otro. No es que sea más fácil convencer a uno o a otro. En este caso, los empresarios han visto que la subida tenía que ser importante, sobre todo este primer año. Y al final, en vez de ir a un convenio de más años -que era una opción, pero más compleja a la hora de pactar a una subida tres, cuatro años, debido al marco inflacionista en el que estamos-, optamos por hacerlo en dos años.

P.- ¿Qué medidas concretas se adoptan para mejorar la situación laboral de las camareras de piso?

R.- Con las camareras de piso que hemos hecho en esta legislatura son dos cosas. Por una parte, establecimos la obligatoriedad de sustituir todas las camas para que todas sean elevables en todos los hoteles con calendario de ejecución. Y ahora lo que hacemos es unificar una metodología para la medición de las cargas de trabajo a las que las empresas están obligadas por la Ley de Prevención a hacer evaluaciones de riesgos. Establecemos una uniformidad con una metodología específica pensada para las camareras que en principio debería aprobarse en las próximas semanas. Es una fórmula de cómo tienes te tienen que hacer las evaluaciones de riesgo en las plantas de los hoteles.

"Hay muchos cambios en el sector turístico que requieren cada vez más formación más especializada"

P.- ¿Cuáles son las principales carencias del sector en cuanto a formación?

R.- Más que de carencias, hablaría de un sector que evoluciona mucho y que. sobre todo, está dando grandes saltos de categorías en los hoteles, además de una oferta de restauración y de ocio de mayor calidad, con cada vez más productos. En las empresas del sector turístico juega fuerte también toda la parte gastronómica. Hay muchos cambios que requieren cada vez más formación más especializada. El mismo producto se está especializando para ir a otros segmentos y hacerlo más atractivo. Todo ello requiere una formación permanente. Eso permitirá que los trabajadores sean más productivos y se puedan subir los sueldos del sector.

P.- ¿Cómo está el sector turístico de Baleares en digitalización?

R.- Las empresas de Baleares están dando saltos importantes en digitalización. Ahora hay también también más ayudas y se van a poner fondos europeos para ello, sobre todo para depender menos de la touroperación. Baleares era un destino muy touroperizado, hace años, sigue siendo importante y no hay que criticarlo, pero sí que hay que diversificar su cartera y ahí la digitalización juega un papel clave.

P.- ¿Cómo afecta el convenio, más allá de las reivindicaciones laborales, a la sociedad balear? ¿Qué impacto tiene?

R.- Es un convenio por el cual se rigen 160.000 trabajadoras y trabajadores. Es una parte importantísima y troncal de nuestra economía, que tiene un efecto también sobre el resto de convenios. Siempre ha sido así, al final el convenio de la hostelería marca un poco la situación económica, no solo la laboral. Subidas fuertes del convenio dan un indicador de que el sector apuesta por seguir teniendo una muy buena temporada y crecimientos. Es un indicador económico importante que afecta mucho socialmente y trasciende al propio sector.

P.- ¿Es posible la conciliación familiar en el sector turístico?

R.- En temporadas cortas se concentra mucho la actividad, pero no se puede renunciar en ningún caso a la conciliación. La gente quiere vivir mejor y es necesario garantizar que puedan tener esos días de descanso semanales que asegura el Convenio de Hostelería de Baleares. Tenemos que trabajar más este tipo de cuestiones. Si nuestra economía fuese más desestacionalizada y conseguimos temporadas de nueve y diez meses como la que se ha conseguido este año, podremos avanzar en mecanismos que faciliten la conciliación. 

"Podemos tener un 5% más de ingresos, teniendo un poco de turismo menos que en 2019 y varios miles menos que en 2018"

P.- La pasada temporada turística ha dado cifras récord que además van más allá de los niveles prepandemia en cuanto a ingresos, sobre todo, y gasto por turista. ¿Cómo prevé que va a ser este año?

R.- La estrategia es que tengamos capacidad de seguir ingresando más y ver si somos capaces de reducir, sobre todo en los momentos centrales, el número absoluto de turistas. Hemos visto que podemos tener un 5% más de ingresos, teniendo un poco de turismo menos que en 2019 y varios miles menos que en 2018. Pero en cifras, en cualquier caso, muy altas porque estamos en 16 millones.

La tendencia para este año es francamente positiva ya lo estamos viendo, con la diferencia con respecto al año pasado de un primer trimestre todavía marcado por la pandemia, por la variante ómicron, con medidas restrictivas. Este año será el primero que tengamos una temporada entera para comparar. Las proyecciones son buenas, sabiendo además que los trabajadores y trabajadoras tendrán salarios más altos desde el mes de abril que entra en vigor el convenio colectivo. Y por tanto, esperamos también una temporada donde la redistribución sea más eficaz, que es a lo que nosotros aspiramos.

"No necesitamos del turismo de excesos en nuestro territorio"

P.- ¿Siguen teniendo puesto el foco en acabar con el llamado turismo de botellón, tan molesto y que aporta poco?

R.- Justo antes de la pandemia hicimos un decreto Ley contra el Turismo de Excesos que, debido a las restricciones de estos últimos años, en realidad se ha aplicado plenamente en 2021. Supone un régimen sancionador muy fuerte con determinadas prácticas. Nosotros ya hemos dicho claramente el tipo de turismo que no nos interesa y que, por tanto, preferimos que no venga. Son aquellas visitas basadas en los excesos consecuencia del alcohol, discusiones etílicas, party boat masivas... Son actividades que no necesitamos en nuestro territorio y que nos restan además una imagen importante. Por tanto, persistiremos. Los que tienen las competencias en esto son los Consells, pero sí vamos a coordinar mejor, todas las actuaciones para ser más contundentes en las zonas que están marcadas por el decreto de excesos y obligar a un cambio real de producto turístico.

P.- ¿Es optimista con que todo esto sea un win win para todos?

R.- Siempre he sido optimista, es difícil negociar si no lo eres y no te marcas retos ambiciosos. Y estamos en esa dirección, el sector está alineado, el gobierno también y eso no permite hacer las cosas mejor.