El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha pedido, ante la violencia de género, "ni un paso atrás", pero no ha dejado claro si gobernará con Vox si dependiera de ello presidir el Gobierno regional. "Respetaré lo que digan las urnas".

Así lo ha manifestado en un desayuno informativo en Toledo, rodeado de la plana mayor de su partido, en el que sus primeras referencias han sido para la violencia de género, reclamando unidad de todos los que ostentan responsabilidad pública "para acabar con esta lacra", para "que las mujeres puedan vivir tranquilas" y para que sus agresores tengan "las condenas merecidas".

A preguntas de los medios, y volviendo a sus contactos con Vox, ha desvelado que intercambió en estas navidades un mensaje telefónico de felicitación con el candidato a la Junta por Vox, David Moreno, del mismo modo que lo hizo con otros dirigentes políticos.

Respecto a las alianzas con este partido, ha remarcado que son los castellanomanchegos los que tienen la voluntad de repartir el tablero político, por lo que acatará lo que digan las urnas en el próximo mes de mayo: “Respetaré lo que digan las urnas”.

El PSOE replica: “Por mucho que la mona se vista de centro, con Vox de extrema derecha se queda”

Tras estas palabras, el secretario regional de Organización del PSOE, Sergio Gutiérrez, ha asegurado que Núñez es un líder "agotado y sin recursos" y al que se le han caído "todas las excusas y todas las caretas", al ofrecer como única propuesta a la ciudadanía "un cambio negativo" gobernando con Vox "para retroceder y recortar" en derechos y servicios frente a la "estabilidad, moderación y progreso" que representa Emiliano García-Page al frente de Castilla-La Mancha. "El problema del señor Núñez en Castilla-La Mancha es que, por mucho que la mona se vista de centro, con Vox se queda de extrema derecha", ha subrayado.