La dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat ha provocado un fuerte dominó en el que el Partido Popular ha tenido que ejecutar movimientos complejos, como la elección de su sustituto al frente de la región o la decisión de echarle a los caballos en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, donde ha sido citado para el próximo 17 de noviembre en la Comisión de Investigación de la DANA. Mazón no contará con el apoyo de su partido porque acudirán a la llamada de Feijóo en la reunión del Comité de Dirección.

El punto de inflexión en el que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, decidió que era tiempo de romper lazos con uno de los mayores lastres del partido, fue el funeral de Estado de las víctimas de la DANA, en el que los afectados abuchearon e insultaron al jefe del Consell, que no tuvo mayor respuesta que descomponerse en lágrimas. La maquinaria se activó en Génova y, dos semanas después, ya hay propuesto un sucesor para el del Ventorro: Juan Francisco Pérez Llorca, un nombre que tiene que ser aprobado en Les Corts con el apoyo de Vox. Mazón tendrá que declarar en la citada Comisión del Congreso, pero el PP, echándole un último capote antes de terminar de cortar relaciones, no presenta ahora especial interés en citarle en la del Senado, donde cuentan con mayoría absoluta.

"Tendrá que dar todas las respuestas que sean necesarias en la comisión de investigación en las Cortes Valencianas y en la del Senado", expresaba Feijóo inicialmente en las horas previas al funeral de Estado. Tras su dimisión, los 'populares' no han querido hacer más sangre y parecen haber perdido el interés por citarle en el Senado, pero las comparecencias en el Parlamento y la más reciente, la de la Cámara Baja, siguen en pie. Feijóo presionaba, con esas declaraciones, al líder valenciano para que no rehuyera los interrogatorios y diera la cara, un giro que rompía con lo establecido hasta ahora en Génova, que eximía a Mazón de toda culpa y dirimía las responsabilidades de lo ocurrido al Ejecutivo central. Además, lanzaba otro mensaje importante: tendría que ser él quien se sometiera a las preguntas que llevan un año esperando respuesta.

Solo en el Congreso, sin fecha en el Senado y formato favorable en Les Corts

La Comisión de Investigación que más puede esclarecer las dudas sobre la acción de Mazón el 29 octubre de 2024 es la del Congreso de los Diputados. El razonamiento para llegar a esa afirmación es simple: su comparecencia en el Senado no tiene fecha prevista tras la aparente pérdida de interés del PP para llamarle allí y su control absoluto de los tiempos con la mayoría absoluta, y en la de Les Corts, el presidente en funciones ya compareció, pero con un formato que le beneficiaba: PP y Vox sumaron sus votos para vetar la presencia de familiares de las víctimas, y las preguntas se respondieron en bloque en lugar de una por una y tras una intervención inicial del propio Mazón, lo que hacía que las preguntas más complejas quedaran difuminadas entre la masa de palabras que pronunció el jefe del Consell y otras muchas cuestiones directamente sin responder. Por ende, se espera que sea la Comisión de la Cámara Baja la que ponga en mayores aprietos al valenciano.

Estará, además, solo: a Mazón no le acompañará nadie de la dirección nacional del PP en su comparecencia. Tras cuatro semanas sin convocar a los medios a la habitual rueda de prensa de los lunes en la sede de la madrileña calle de Génova, el partido tiene previsto retomar las comparecencias tras la reunión del Comité de Dirección. Ello significará que mientras Mazón está citado en el Congreso a las diez de la mañana, Feijóo reunirá a los suyos casi a la misma hora, una escenificación más del abandono de Génova al barón valenciano, que hasta hace unos días era la cara visible de uno de los bastiones electorales más importantes del PP. 

Si Llorca no es aprobado por Vox... habrá elecciones

El paulatino pero notorio abandono a Carlos Mazón que está poniendo en marcha el Partido Popular se está materializando de manera rápida, del mismo modo que los 'populares' necesitan que esta crisis se termine y se nombre finalmente al sucesor de Mazón al frente de la Generalitat. El nombre elegido ha sido el de Juan Francisco Pérez Llorca, número dos del propio Mazón, activo clave para las negociaciones con la ultraderecha en la región y que todo apunta a que será aceptado por los de Abascal, de los que depende su nombramiento en Les Corts. 

De no aprobarse el nombramiento, se producirá un escenario que el PP ha rehuído todo lo posible: la convocatoria de elecciones. Desde las filas 'populares' se ha asegurado que no están pensando en ello porque sus prioridades están centradas en la reconstrucción tras la tragedia, pero tampoco les salen las cuentas con el cálculo electoral: a pesar de la histórica fortaleza de los de Feijóo en esta región, la delicadeza de la situación, el deterioro de la popularidad del partido tras la gestión de Mazón, una ultraderecha al alza y la movilización de los votantes de izquierdas provocan que las urnas sean lo último de lo que quieren oír hablar los 'populares'. Todas las opciones están sobre la mesa, aunque parece que Pérez Llorca cogerá el testigo con el beneplácito de la extrema derecha, que ya ha presionado con sus primeras obligaciones al PP: migración, pacto verde europeo y la cuestión lingüística.

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