El sábado 15 de junio tenía lugar la sesión constitutiva en la totalidad de los ayuntamientos españoles. El foco mediático estaba en Madrid y Barcelona, pero estas jornadas siempre dejan lugar a las sorpresas, sobre todo a nivel nacional. Este es el caso de Cabrera d’Anoia, un pequeño pueblo de 1.300 habitantes en el que el candidato de ERC salió elegido gracias al voto sin condiciones de un edil de Ciudadanos.

Se antoja difícil no establecer la comparación con lo ocurrido en Barcelona. Los votos de la plataforma de Manuel Valls invistieron a Ada Colau como alcaldesa de la Ciudad Condal, lo que desató una ciclogénesis explosiva en la relación entre Barcelona Pel Canvi y Ciudadanos, la cual acabó en divorcio, como se preveía.

Por supuesto, Cabrera d’Anoia no goza de la popularidad de una capital y este hecho ha pasado desapercibido por completo. José Antonio Lanuza, concejal del partido naranja en el pueblo catalán, votó en favor de Jaume Gorrea, candidato de ERC, para que se convirtiera en el alcalde en detrimento del socialista Salustià Monteagudo.

En declaraciones al diario Ara.cat, el flamante regidor de Cabrera d’Anoia ha destacado que el PSC “ha hecho políticas directas contra el independentismo, intentando boicotear el 1-O y votando contra las mociones sobre presos políticos y exiliados”. “No sé si la gente se puede cabrear porque haya pactado con un partido como Ciudadanos, porque el PSC no es mucho mejor”, agrega el alcalde.

El 26 de mayo dejó a socialistas y republicanos empatados a cuatro concejales, aunque con una ligera ventaja para el PSC. La formación naranja, por su parte, obtuvo el último concejal del consistorio. La deriva de Ciudadanos hacía prever la reelección de Monteagudo. Sin embargo, Lanuza aseguró en campaña que pretendía expulsar al PSC del ayuntamiento.

Expulsión de Ciudadanos

Por tanto, el edil de Ciudadanos acabó desempatando la ajustada situación y decantó la balanza, contra todo pronóstico desde un prisma nacional, en favor de Esquerra Republicana. Este apoyo no ha pasado desapercibido para la dirección naranja. De hecho, Lanuza ha sido expulsado del partido y su condición pasa a ser la de no adscrito.

Tras la expulsión, ese “sin condiciones” de Lanuza se ha convertido en un gobierno compartido. En cuanto se desvincule del partido naranja, el edil pasará a formar parte de la ejecutiva local junto a Jaume Gorrea, quien ha reconocido no saber lo que iba a ocurrir en la sesión constitutiva.

Asimismo, en declaraciones a Ara.cat, el ya ex edil de Ciudadanos aseguró que su partido “no quería que pactásemos”. Además, reconoció que el PSC le ofreció la incorporación al gobierno municipal, pero “nosotros no estábamos dispuestos a aceptar nada”.

Nosotros hemos cumplido lo que prometimos a los vecinos”, continuó Lanuza. Asimismo, el ex de Ciudadanos asegura que los incumplimientos por parte del ex alcalde socialista y la suciedad en el municipio han impulsado su decisión.