El independentismo ha visto cómo su hoja de ruta se ha alterado tras el acuerdo alcanzado en la Bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña para la ampliación del aeropuerto de El Prat. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se ha garantizado que el Govern no celebre un referéndum ilegal hasta el 2031, un año después de la finalización de las obras aeroportuarias.

Desde el año 2017, el independentismo rehúye de los plazos. En 2015 Junts Pel Sí, con Artur Mas y Oriol Junqueras a la cabeza, ganaron las elecciones con el compromiso de organizar un referéndum de autodeterminación en 18 meses. Esos fueron los primeros polvos que trajeron estos lodos. Por este motivo, los líderes soberanistas evitan jugar con las promesas de calendario.

Sin embargo, esta semana, Sánchez le metió un gol por la escuadra al Govern con el acuerdo para la ampliación del Aeropuerto de El Prat. En el año 2030, fecha prevista para la finalización de las obras, también se celebrarán los Juegos Olímpico de Invierno que la Generalitat aprobó en el último Consell Executiu mientras esperan el visto bueno del Comité Olímpico Internacional (COI). Es decir, si no se cumplen las previsiones, no habrá nueva declaración de independencia hasta 2031, cuando las inversiones para el Aeropuerto de El Prat concluyan.

El jefe del Ejecutivo no ha obtenido avances significativos con Esquerra Republicana como su principal socio parlamentario. Aragonès insiste en que, en el mes de septiembre, en la mesa de negociación, solicitará la amnistía y la autodeterminación. Sin embargo, desde Moncloa, desde Moncloa, ha forzado a la Generalitat a no intentar ningún movimiento rupturista hasta que concluyan las obras.

El president de la Generalitat remitió una carta al Comité Olímpico Español (COE) y aprobó un acuerdo del Consell Executiu en el que reconocía la fecha de 2030 para los JJOO de invierno del mismo año. Su vicepresidente, Jordi Puigneró, cerró el pacto que garantizaba la inversión de 1.700 millones de euros para la remodelación de El Prat por parte de Aena.

Joan Canadell, diputado de JxCAT, celebró la inversión en redes asegurando que “es una infraestructura imprescindible para el futuro del Estado catalán”. Sin embargo, a la hora de la verdad, como ocurre con los Juegos Olímpicos de Invierno, no se completarían las obras en  caso de llevarse a cabo el “embate democrático” que utiliza como amenaza Carles Puigdemont desde Waterloo.

En este punto, ha sido el propio Gobierno central el que ha fijado nuevos plazos que la otra parte en este asunto ha aceptado de manera formal, aplicándose la regla de Ortega y Gasset de “la conllevancia con el tema catalán”. Es decir, Sánchez sería consciente del escaso recorrido a nivel de acuerdos que puede dar de sí la mesa de diálogo y estaría ganando algo de tiempo hasta atraer a ERC y Junts al redil de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).