La Generalitat de Cataluña ha anunciado este martes nuevos detalles de su plan para la "vuelta al cole", que apuesta por un modelo presencial basado en grupos de convivencia estables que serán “lo más reducidos posible” y por el cribado masivo como principales herramientas evitar los contagios por covid-19 en las aulas. 

Así lo ha expresado el conseller de Educación catalán, Josep Bargalló, en una rueda de prensa junto la consellera Alba Vergés en la que han confirmado algunas de las medidas que ya dio a conocer este lunes el presidente de la Generalitat, Quim Torra. El objetivo sigue siendo permitir que las escuelas sean “seguras, abiertas y comunitarias”.

Sin embargo, los planes de Torra por la educación ya han recibido sus primeras críticas. Esta vez por parte de Ustec.Stes, un sindicato docente que califica dicha implantación de reglas y la presentación de las mismas como "mucho ruido para nada".

El portavoz del sindicado, Ramón Font, ha dicho que hay "cambios positivos, pero no suficientes", aludiendo al uso de las mascarillas, las cuales no se van a aplicar a los niños por debajo de los 12 años. 

Por otra parte, el presidente de Fapel, Josep Manuel Prats, ha preguntado al Govern si se incluye a las escuelas concertadas en el medio millón de pruebas que se realizarán, quién pagará los gastos adiciones de limpieza, personal auxiliar y monitores y qué impacto tendrá en el horario lectivo las entradas y salidas escalonadas y la ventilación y limpieza de aulas.

La "nueva normalidad" que se aplicará en los colegios catalanes

Las medidas catalanas apuestan por una "nueva educación" que se base en los grupos estables de convivencia, en los que se contempla una organización para los espacios comunes, un estudio masivo de pruebas PCR en los centros educativos, 500.000 en dos meses.

Siguiendo con la obligatoriedad de las mascarillas para los niños de 12 años en adelante, que tendrán que convalidarse además con los horarios escalonados de entrada y salida de los alumnos de los centros y las pruebas regulares que se harán para medir la temperatura de los mismos. 

Por último, se diseñarán programas bien medidos en caso de notificarse contagios positivos dentro de los centros. En la misma medida, se habilitarán más personal cualificado para paliar estos posibles escenarios.