Jordi Sànchez es un politólogo vinculado a círculos independentistas y pacifistas desde muy joven. Con 19 años se vinculó a la Crida a la Solidaritat, una organización que nació en defensa de la lengua y la cultura catalana. Llegó a ser portavoz de esta organización que destacó por el apoyo financiero y logísitico que tuvo de la Generalitat de Jordi Pujol.

No obstante, Sànchez siguió su carrera acadèmica y ha sido profesor de Ciencia Política en la Universitat de Barcelona, así como director de la Fundació Jaume Bofill, una institución dediaca a la educación. Asimismo, Sànchez estuvo largamente vinculado a Iniciativa per Catalunya, partido heredero del PSUC (los comunistas catalanes). A propuesta de ICV ocupó diversos cargos, entre ellos el de consejero de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV), el ente que engloba TV3 y Catalunya Ràdio, aunque desde ERC se alegraban ya que lo consideraban uno de los suyos. Asimismo, su buena relación con Rafael Ribó, quien dirigió el PSUC e ICV, lo llevó a ser adjunto al Síndic de Greuges (el defensor del pueblo catalán), cargo que abandonó cuando fue elegido presidente de la Assemblea Nacional Catalana, sustituyendo a Carme Forcadell, la cual había sido elegida presidenta del Parlament.

Sànchez ha colaborado asiduamente con numerosos medios de comunicación, tanto en tertulias audiovisuales como en la prensa escrita.

En septiembre de 2017 fue acusado de rebelión, sedición y malversación. Tras declarar en la Audiencia Nacional, fue enviado a prisión sin fianza. Desde entonces está recluido en Soto del Real.