El ingreso en estado grave en el Hospital Clínico de Barcelona del titular del Juzgado de Instrucción número 13 de la Ciudad Condal, Juan Antonio Ramírez Sunyer, responsable de la investigación judicial contra el proceso independentista en Cataluña, ha reavivado las 'teorías conspirativas' que se desataron tras la muerte de los dos ficales. El fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, falleció a los 69 años, víctima de una neumonía contraída a raíz de la leucemia que padecía y el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, murió durante un viaje a Argentina por una sepsis que tuvo su origen en una infección de riñón.

Si ya entonces se habló de curiosa casualidad, este tercer caso no ha hecho más que añadir leña al fuego de quienes buscan una trama oculta tras estos episodios, a los que habría que añadir la enfermedad sufrida por Joaquín Martínez, secretario de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la que en un primer momento estuvo encargada de investigar a los políticos aforados como Carme Forcadell. Martínez estuvo dos meses convaleciente. 

Todo ello ha llevado ya a hablar de la maldición del procés. Hay quien insinúa que es demasiada casualidad. 

Y quien directamente no cree en las casualidades.

Algunos van más allá, y piden que se investigue.