El Parlament de Catalunya ha vuelto a desafiar una vez más las resoluciones del Tribunal Constitucional y al Gobierno central aprobando la reforma de la Ley de Presidencia que permitiría la investidura a distancia de Carles Puigdemont.

Con los votos de JxCat, ERC y la CUP, la reforma, aprobada por el procedimiento de lectura única pese a que el Consejo de Garantías Estatutarias lo desaconsejaba, habilita al Parlament a investir al presidente de la Generalitat por vía telemática.

“No nos rendiremos”

El diputado de JxCat Albert Batet ha reivindicado la “soberanía” del Parlament para poder aprobar la reforma de la Ley de Presidencia y ha advertido de que persistirán en ello, pese a las dificultades, con la frase: “No nos rendiremos”.

“La mayoría republicana del pueblo de Cataluña no se rendirá. El presidente Puigdemont no se rendirá”, ha sostenido en su intervención desde el atril del Parlament, desde donde se ha preguntado “quién manda en Cataluña”, si “la democracia o la represión”.

Batet ha recordado que desde las elecciones del 21D se han producido cuatro intentos de investidura en el Parlament y se ha referido al encarcelamiento de Jordi Turull como “el hecho más grave que se ha podido vivir en la historia de la democracia”.

El diputado ha apuntado que es una proposición “que habla de soberanía, de democracia, de garantizar los derechos de este Parlament” y que con esta reforma quieren dejar claro “que el presidente de la Generalitat lo eligen los catalanes en las urnas y las elecciones”, y ha zanjado que es “una cuestión de soberanía”.

“Si esta propuesta se hubiese hecho en 2005 o 2011 no hubiese habido ningún problema”, ha manifestado Batet, que ha insistido en que “los derrotados no han aceptado el resultado de las elecciones”.

Por su parte, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha denunciado que los grupos independentistas “vuelven a intentar pasar por encima de los derechos de la mayoría de los ciudadanos”, al situarse en lo ocurrido los días 6 y 7 de septiembre del año pasado, cuando aprobaron las llamadas “leyes de desconexión” sin el aval del Consejo de Garantías Estatutarias.

Arrimadas ha afirmado que “lo que más degrada el Parlament” es que los independentistas tiran adelante esta reforma por lectura única y sin el visto bueno del Consejo de Garantías Estatutarias sabiendo que “esto es una farsa” y “no va a servir para nada”, porque “Puigdemont no va a ser presidente”.

El Gobierno recurrirá al Constitucional

Este mismo jueves, el Gobierno central ya anunciaba que sus servicios jurídicos ya tenían preparado el recurso que presentarán en el Constitucional contra esta reforma, el último intento de las fuerzas independentistas para poder invertir a distancia Carles Puigdemont.

Fuentes de La Moncloa apuntaron que el Ejecutivo español presentará el recurso “en el momento en que se debata, si así ocurre finalmente”, y recuerdan que el Tribunal Constitucional ya advirtió a los responsables del Parlamento “de la obligación de respetar las resoluciones del alto tribunal”.