En la mañana del viernes, los pescadores fueron sorprendidos por una embarcación de la Armada Española que les ordenó parar maquinas para ser abordados por los militares. Una vez en el pesquero, los soldados le dijeron al patrón que era obligatorio por ley lucir la bandera española y, caso de no que si ni disponían de ella, debían volver a puerto. La Vanguardia recoge este sábado las declaraciones de Gemma González, portavoz del proyecto NINAM, una plataforma ecologista con base en el Port de Roses, que conoció los hechos directamente de los pescadores afectados.

Una presencia "excepcional"
Genma González ha añadido que la presencia de buques de la Armada en el Cap de Creus “es excepcional” ya que es la patrullera de la Guardia Civil la que habitualmente realiza las labores de vigilancia y control de pesca . "La última vez que observé un buque de la Armada por estos mares fue el pasado verano en la Festival del Mar de Palamós" pero nunca en este tipo de misiones, explicó la portavoz de NINAM.

¿Guerra de banderas?
Salvando las distancias, este episodio recuerda a lo sucedido a un chófer de Canal Català, que fue despedido justo por lo contrario, por colocar en su coche una bandera española el 12 de Octubre, día de la Fiesta Nacional. En declaraciones a ELPLURAL.COM, el chófer, Antonio Bustamante, manifestó su sospecha de que “CiU o alguien cercano a CiU estaba detrás” de su despido. Claro que en este caso se trata de la decisión de una empresa privada y detrás de la acción del buque de la Armada está la actuación del ministro de Defensa y en última instancia, del Gobierno central.