El camino hacia las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero está siendo de lo más tortuoso. El vaivén de la fecha de los comicios, sumado a la situación epidemiológica, ha dibujado un escenario de lo más extraordinario en Cataluña. El temor de algunos ciudadanos se ha acrecentado en las próximas fechas, hasta el punto de que se está registrando una avalancha de recursos de los miembros de las mesas electorales.

Una ingente cantidad de votantes, para evitar desplazamientos el próximo 14-F y, así, reducir la posibilidad del contagio de coronavirus, ya ha ejercido su derecho a través del sufragio por correo. De hecho, estos guarismos ya han roto los máximos históricos. Pero no sólo los electores viven con el temor de contraer la enfermedad el día de las elecciones, sino también los miembros de las mesas electorales.

Cabe recordar que cualquier ciudadano entre los 18 y 70 años y que sepa leer y escribir es susceptible de ser elegido para la conformación de las mesas. Hasta la fecha, según informa El Periódico de Catalunya, al menos 16.489 personas han presentado un recurso a su nombramiento, lo que se traduce en un 20% del total (82.251).

Ante este tsunami de recursos, las juntas electorales de zona ya están preparando un plan de contingencia para que las mesas queden constituidas a las ocho de la mañana del próximo 14 de febrero.

 La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) estima que una mesa no puede constituirse sin la presencia de un presidente y dos vocales. En el caso de que este requisito no se cumpla, serán los suplentes quienes conformen la mesa. No obstante, en el supuesto de que tampoco hubiera sustitutos, la junta electoral de la zona designará “libremente” a las personas que tengan que ejercer su deber. De hecho, se puede “ordenar” que formen parte de ella a “alguno de los electores que se encuentre presente en el local”.

Los titulares y suplentes que no comparezcan en la mesa sin causa justificada, según estima la ley, incurrirán en una pena de prisión de tres meses a un año o, en su defecto, una multa de seis a veinticuatro meses.

Tsunami de recursos

El presidente de la Junta Electoral Central de Barcelona, el magistrado Santiago García, ha explicado, en declaraciones a El Periódico, que ante la avalancha de recursos se está estudiando la creación de una bolsa de voluntarios para cubrir los puestos vacíos. Estima que el número de excusas en su zona de actuación ha ascendido hasta las 8.000, cuando en anteriores elecciones oscilaban entre las 600 y 700.

García asegura que “la gente tiene miedo y no está tan predispuesta como en otros comicios”. Considera que existe “un riesgo evidente” de que haya problemas en la conformación de las mesas electorales. Además, en el caso de que se acepten los recursos, se celebrará un sorteo hasta 72 horas antes de la votación.

En este sentido, el profesor de Derecho Administrativo de la Universitat de Girona, Josep Maria Aguirre, declara a El Periódico que la medida planteada por la Junta Electoral de Barcelona es puramente excepcional y que, a pesar de no incluirse en la LOREG, arroja una “enorme discrecionalidad” a las juntas electorales para adherirse a este tipo de iniciativas.

“Lo que propone es un plan B interpretando en un sentido amplio la ley para adelantarse a lo que pueda suceder”, señala el profesor, quien destaca que es una alternativa “operativa, factible y rápida”.

El presidente de la Junta Electoral de Barcelona recordó que solicitaron a la Generalitat y al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que se facilitara la asistencia de médicos para la resolución de las alegaciones de los diversos recursos. Por lo tanto, los miembros de la Junta contarán con la opinión y el asesoramiento de dos forenses que ayudarán en las excusas más complejas y revisarán los diferentes certificados médicos.