¿A qué juega Junts pel sí con la CUP? La formación que agrupa al Partit Demócrata Catalá y a Esquerra Republicana está atrapada por compromisos, ineludibles hoy, con un grupo variopinto en cuyas filas aparecen figuras de la izquierda catalana más radical, y antiguos miembros del grupo Terra Lliure, organización que buscaba la independencia de Cataluña mediante el terror.

Es posible que esos antecedentes de alto riesgo expliquen que la CUP mire con benevolencia, e incluso defienda, los ataques al turismo que se están produciendo en Barcelona, en la Comunidad Valenciana y en las Baleares, protagonizados por la organización juvenil Arrán, en nombre del independentismo de los Paisos Catalans. Pasito a paso el despropósito se abre camino.

 Primero fue, la petición de expropiar la catedral de Barcelona para instalar en su interior un economato y una escuela de música. La propuesta surgió de una junta barcelonesa de distrito dominada por la CUP, sin que las altas instancias de esta organización, que tiene agarrado por el cuello a Junts pel Sí, la desautorizaran. Todo lo contrario.

Juntos, pero no revueltos, aguardan la cita del referéndum, el 1 de octubre, para exhibir al día siguiente todas sus diferencias. Que son numerosas

En días pasados, fue la condena del consistorio al juez Garzón y la reivindicación municipal de homenajear a los independentistas de Terra Lliure detenidos en 1992. Y ahora, el bloque independentista anuncia para el 15 de septiembre el inicio de una campaña en favor del sí al referéndum, que destacará la “pluralidad del soberanismo.”

Que se entienda. Los excesos de la CUP no son compartidos por la agrupación que reúne a Esquerra Republicana con el Partit Demócrata Catalá (antigua Convergència). Reclaman juntos la independencia, sí. Defienden en el Parlament las leyes para la desconexión de Catalunya, también. Pero no son lo mismo.

Juntos, pero no revueltos, aguardan la cita del referéndum, el 1 de octubre, para exhibir al día siguiente todas sus diferencias. Que son numerosas. Pase lo que pase el día previsto para la consulta, las elecciones autonómicas en Catalunya estarán a la vuelta de la esquina.

Y que nadie se confunda. Ni la nueva Convergència tendrá la misma sintonía con Esquerra Republicana, ni ambas querrán mezclarse con la CUP transgresora. Ahora, siguen yendo de la mano porque no les queda otro remedio.