El Estatuto de Autonomía finalmente llegará al Congreso de los Diputados en noviembre. En un principio estaba previsto que su toma en consideración se celebrara el próximo 7 de octubre, pero debido a la organización de la cámara se retrasará hasta el siguiente mes.

Será entonces cuando se vote un texto moderno e inclusivo, como han defendido PSOE y PP, firmantes del acuerdo, y con el rechazo de Vox. Esto cambia el ‘calendario estatutario’ y retrasaría su entrada en vigor al primer semestre de 2026, por lo que finalmente 2025 no será el año del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha.

El retraso y las nuevas previsiones han sido anuncio de Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, que ha tenido en cuenta el periodo de enmiendas que se incluye dentro del trámite parlamentario y llega a calificar de “muy factible” que Castilla-La Macha cuente con un nuevo Estatuto durante el primer semestre.

Así, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el presidente del PP regional, Paco Núñez, y la portavoz socialista en las Cortes, Ana Isabel Abengózar, tendrán que posponer sus discursos de defensa del Estatuto ante el Congreso de los Diputados, ya que serán ellos los encargados de defender el acuerdo ante la cámara.

Estatuto de Autonomía

El nuevo Estatuto de Autonomía cuenta con el apoyo de PSOE y PP, tan solo Vox se ha ‘autoexcluido’ del acuerdo, entre otras cosas, debido a que no creen en el Estado de las Autonomías.

El acuerdo moderniza Castilla-La Mancha, blinda los servicios básicos, el diálogo social y las minorías, incluye la figura del decreto ley como medida de agilidad legislativa y establece una horquilla de entre 25 y 55 diputados regionales, que en ningún caso se modificaría antes de las próximas elecciones de mayo de 2027.

Un aumento del número de diputados que llega tras considerar ambas formaciones que Castilla-La Mancha se encuentra infrarrepresentada, con tan solo 33 diputados regionales frente a otras regiones que cuentan con más diputados a pesar de tener menos población. Este fue el único escollo en las negociaciones ya que el PP redujo el número de diputados durante el mandato de Cospedal, tan solo con los votos a favor del Partido Popular.

Esas son las principales características de un acuerdo valiente y de progreso, según han afirmado ambas partes en repetidas ocasiones, y cuyo objetivo es perdurar otras cuatro décadas, como ha hecho el actual.

Castilla-La Mancha vuelve a ser ejemplo de consenso y estabilidad política, donde se logran acuerdos entre PSOE y PP a pesar del ruido político a nivel nacional que ha promovido Vox y cuyo discurso han comprado desde Génova 13.

Ambas formaciones políticas se han elogiado mutuamente por la cordialidad en las negociaciones y por la capacidad de mantener lealtad política e institucional durante más de un año, tiempo que han durado las negociaciones.

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