El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reclamado este viernes al Partido Popular "una explicación clara" tras la imputación del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro por presunta prevaricación y tráfico de influencias. A juicio del dirigente socialista, los hechos que se investigan no pueden "esconderse" más tiempo por parte del partido que dio cobertura a quien dirigía uno de los ministerios clave del Gobierno de Mariano Rajoy.
García-Page ha respondido con contundencia a preguntas de los periodistas en Talavera de la Reina, donde ha inaugurado la nueva sede de la empresa tecnológica Madrija. Allí, ha manifestado su sorpresa ante la gravedad del caso y ha mostrado su indignación al constatar que el exministro Montoro, mientras ejecutaba duros recortes, presuntamente utilizaba su poder para beneficiar a clientes privados vinculados a su antiguo despacho.
"Creo que sería muy bueno que al menos hubiera una explicación clara de la formación política que amparó estas cosas", ha afirmado el presidente castellanomanchego. "No pueden de ninguna manera esconderse. Tienen que dar la cara y explicar lo sucedido supuestamente", ha sentenciado.
Según el auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona, al que han tenido acceso varios medios nacionales, Montoro habría usado su posición como ministro para promover normas favorables a intereses empresariales concretos, especialmente del sector gasista, ligados al despacho privado Equipo Económico, fundado por él mismo. Además, el juez Rubén Rus considera que colocó en cargos clave del Ministerio a personas de confianza de su antiguo bufete, lo que habría facilitado la redacción de legislación a medida.
Recortes en Castilla-La Mancha mientras se favorecía a gasistas
Para García-Page, el asunto reviste una especial gravedad por la incongruencia ética y política de los hechos. Ha recordado que, durante la etapa de Montoro al frente de Hacienda, su Gobierno impuso "tijeretazos" a los servicios públicos, en un periodo especialmente duro para Castilla-La Mancha, entonces gobernada por María Dolores de Cospedal.
"Este fenómeno de corrupción tiene para mí una especial trascendencia porque Montoro se dedicó a recortar servicios públicos, en medio de unos inmensos dolores que padecimos más que en ningún sitio en Castilla-La Mancha", ha lamentado.
García-Page ha subrayado su confianza en la labor del sistema judicial, que ha seguido adelante durante siete años con la investigación a pesar de los constantes intentos de algunos sectores de desacreditar su trabajo. "En medio de tanto ataque al sistema judicial español, a la UCO o la Policía Nacional, han seguido actuando siete años seguidos para terminar imputando al ministro", ha señalado. "Realmente, en este caso, se puede decir que el sistema judicial no discrimina", ha concluido.
Financiación: Page rechaza el privilegio para Cataluña y alerta de una deriva del PSOE
El presidente castellanomanchego ha aprovechado también su comparecencia para arremeter contra la propuesta de una financiación singular para Cataluña, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vuelto a poner sobre la mesa. A su juicio, la idea es "absolutamente infumable" y contraria a los principios fundamentales del PSOE.
"La ministra lo sabe. Ella misma lo decía hace muy pocas fechas", ha recordado García-Page, quien ha reprochado que se intente disfrazar de equidad lo que no es sino un privilegio unilateral impulsado por el independentismo. "Lo más doloroso no es el intento de privilegio, sino que además nos quieran hacer pasar a todos por la rueda y nos tomen por tontos", ha advertido, pidiendo hablar con "madurez" a la ciudadanía.
Para el presidente de Castilla-La Mancha, lo verdaderamente grave es que el PSOE esté empezando a desviarse de sus principios. "Lo dramático es que el independentismo consiga que un partido como el PSOE se desvíe de sus valores más esenciales", ha señalado.
García-Page ha asegurado que esta deriva no tendrá viabilidad real y ha confiado en que "se quede en un conato para vergüenza de algunos y para la memoria de la mayoría". Finalmente, ha advertido contra el uso de los "valores residenciales" como moneda de cambio política: "La política puede dar mucho de sí, pero no tanto como para que se pongan en el mercado los valores y principios esenciales de cualquier proyecto político".