El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha salido “decepcionado” de la Conferencia de Presidentes celebrada este viernes, 6 de junio, en Barcelona. En declaraciones a los medios tras el encuentro, el líder autonómico ha denunciado la falta total de voluntad política para abordar la reforma del sistema de financiación autonómica, un asunto que considera “prioritario” y “bloqueado” desde hace más de una década.

Según ha relatado, el Ejecutivo central no permitió en ningún momento que este tema entrara en el orden del día de forma efectiva, pese a haber sido solicitado expresamente por él en dos ocasiones durante la propia reunión. “Ni hubo respuesta ni compromiso. Y eso es muy grave”, ha afirmado.

A juicio del presidente castellano-manchego, lo vivido este viernes en la capital catalana ha reflejado el deterioro de los mecanismos de debate y cooperación entre territorios: “España es un puzle roto, con muchas piezas averiadas y prisionero de un ambiente de frentismo verdaderamente asfixiante, que hace estéril cualquier intento”, ha lamentado.

Page ha insistido en que “lo malo no es que no se llegue a acuerdos, sino que ni siquiera hay voluntad de explorarlos”, en referencia al malestar que ha dejado la falta de diálogo sobre una nueva financiación autonómica. El presidente ha subrayado que este asunto “debería ser la condición previa para que no sean estériles todos los foros multilaterales”.

Lamenta que no se aborde el tema de la financiación

También ha recordado que en la última Conferencia de Presidentes celebrada en Santander se acordó debatir sobre financiación en un plazo máximo de tres meses, algo que “nunca se cumplió”. “No soy ingenuo, no esperaba un acuerdo ni una votación formal, pero sí algún compromiso dialéctico, alguna voluntad de arranque. Y no ha habido nada”, ha subrayado.

El líder autonómico ha defendido que la riqueza de España es nacional y no puede tratarse desde perspectivas territoriales excluyentes. En este sentido, ha reclamado que se respete el principio de solidaridad entre regiones recogido en la Constitución. “La financiación autonómica no es una discusión entre comunidades autónomas, sino entre ciudadanos. No puede estar condicionada a equilibrios políticos coyunturales ni a intereses de parte”, ha remarcado.

Sobre la propia organización de la Conferencia, Page ha criticado que se convocara inicialmente con tan solo dos asuntos en el orden del día, y que el Gobierno “se haya ceñido estrictamente a ese guion” pese a que luego se permitieran más intervenciones. Ha considerado que el hecho de que la financiación no estuviera incluida desde el principio ya era un claro indicativo de la falta de interés por parte del Ejecutivo.

Para García-Page, el actual modelo de financiación, prorrogado y desfasado, perjudica de forma clara a regiones como Castilla-La Mancha, donde el coste de prestar servicios públicos es mayor debido a la dispersión territorial, el envejecimiento y la baja densidad poblacional. Por eso, ha recalcado que no se trata de “una cuestión técnica”, sino de “una cuestión de justicia política”. “El tiempo pasa, los compromisos se olvidan, y las desigualdades se agrandan”, ha concluido.

Page ahonda en que las elecciones generales precedan a las autonómicas

Nuevamente, el presidente castellano-manchego y líder de los socialistas en la región ha vuelto a enfatizar este viernes la necesidad de que la cita electoral nacional se adelante a los comicios locales y autonómicos, lo cual no quiere decir, ha explicado, que sea necesario adelantar las elecciones al corto plazo, simplemente bastaría con el hecho de que la llamada a votar fuera anterior de lo que está previsto en 2027 para elegir gobernanza en ayuntamientos y en la mayoría de las comunidades autónomas.

Ha incidido en que en 2023 las elecciones generales, adelantadas, vinieron tras la "hecatombe para el PSOE" en los territorios, y fue el hecho de que PP y Vox pactaran muchos gobiernos locales lo que fue utilizado en la campaña electoral para que Pedro Sánchez pudiera conservar el poder en La Moncloa.

Una debacle que la estrategia del PSOE "utilizó para revertir los resultados nefastos", algo que "no puede volver a pasar" en ayuntamientos y autonomías. "No podemos ser la trinchera en la que se desahogue la tensión social en España. Sean en 2026, sean en 2027, en todo caso, tienen que ser anticipadas a las autonómicas. Tiene que haber veredicto de la sociedad sobre la política nacional", ha incidido.

"La política nacional no puede lastrar. Alguien dirá que es una opinión interesada, pero es de pura democracia. Resulta evidente. Confío en que sean antes", ha zanjado.