El presunto asesinato machista ocurrido este miércoles en Torrijos (Toledo) ha destapado que la víctima, una mujer de 39 años, había abandonado recientemente, junto a sus tres hijos, el domicilio familiar por miedo a su marido y convivía temporalmente con una amiga. A pesar de ello, acudió el día del crimen a la vivienda familiar, donde fue atacada mortalmente con un arma blanca. El presunto agresor, de 45 años, con quien estaba casada y padre de los menores, se autolesionó tras los hechos y permanece detenido en la UCI del Hospital Universitario de Toledo.

Así lo ha confirmado la consejera de Igualdad, Sara Simón, que ha detallado que la mujer había acudido al Centro de la Mujer por una situación de "violencia verbal en su hogar" y que estaba siendo atendida desde octubre, aunque nunca llegó a presentar una denuncia formal. Según explicó, la víctima relató que su marido la vigilaba y ejercía violencia verbal, motivo por el que había decidido salir del domicilio y alojarse con una amiga. Desde el centro la estaban "animando" a denunciar para activar mecanismos de protección, algo que no llegó a producirse.

Dos de los hijos menores, de 3 y 8 años, se encontraban en la vivienda en el momento del crimen, mientras que la hija mayor, de 17, estaba en el instituto. Los tres reciben atención psicológica y permanecen provisionalmente bajo el cuidado de la amiga que acogía a la víctima, mientras servicios sociales contactan con familiares de Nambroca. El Gobierno regional ha activado todos los protocolos de acompañamiento.

Fuentes de la investigación señalan que el detenido será interrogado cuando recupere la consciencia tras la intervención quirúrgica por las heridas autoinfligidas. La víctima no había presentado denuncia y no tenía medidas de protección, aunque sí constaba en seguimiento del Centro de la Mujer. De confirmarse como asesinato machista, sería la víctima número 43 del año y la 1.338 desde 2003.

Rechazo social en Torrijos y críticas al negacionismo

Unas 400 personas se han concentrado en la Plaza de San Gil de Torrijos para expresar su repulsa por el asesinato machista que ha sacudido al municipio. El acto ha concluido con un minuto de silencio cargado de tensión, después de que varios asistentes increpasen al equipo de gobierno por su falta de contundencia frente a esta lacra.

La escena más significativa la ha protagonizado una mujer que, durante la intervención del alcalde, el 'popular' Andrés Martín, clamó que "nos matan y todavía lo negáis", un reproche directo al negacionismo de Vox, socio del PP en el gobierno local.

El alcalde, que accedió al cargo gracias al pacto entre ambas formaciones, se ha visto forzado a admitir, durante una entrevista en la Cadena SER, que "quizás es el momento de que a algunos se les cayera la venda de los ojos", una frase que evidencia el desgaste político de sostener un acuerdo con un partido que continúa negando la violencia de género mientras la realidad vuelve a demostrar la gravedad del problema.