La atención a la dependencia en Castilla-La Mancha ha cerrado 2025 con cifras que han marcado un punto de inflexión en el sistema público de cuidados, situando a la región a la cabeza del conjunto del país. Así lo ha destacado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, durante una visita a la residencia de mayores Los Olmos, en Guadalajara, donde ha subrayado que la comunidad ha despedido el año “con los mejores datos de dependencia de su historia”.

La región ha atendido ya a más de 82.000 personas beneficiarias, una cifra que ha supuesto cerca de 4.000 nuevas familias incorporadas al sistema a lo largo del último año, a falta del cierre oficial que se producirá en los próximos días. stos datos han consolidado a Castilla-La Mancha como referencia en la atención y protección de las personas en situación de dependencia, especialmente si se compara con los años de los gobiernos de María Dolores de Cospedal, en los que el sistema fue desmantelado, se paralizaron valoraciones, se redujeron prestaciones y se expulsó a miles de personas del sistema público de cuidados, dejando a familias enteras sin respuesta y con listas de espera que se cronificaron durante años.

Durante 2025, el sistema castellanomanchego ha reconocido alrededor de 118.000 prestaciones y servicios, lo que ha significado 11.000 más que en 2024, reflejando una evolución sostenida del modelo público de cuidados. La consejera ha incidido en que este crecimiento no ha sido solo cuantitativo, sino también cualitativo, con un refuerzo progresivo de los recursos, la red de atención y la capacidad de respuesta administrativa.

En este contexto, García Torijano ha defendido que Castilla-La Mancha ha construido “uno de los sistemas de dependencia más sólidos, más justos y más humanos de España”, un mensaje que contrasta de forma directa con los discursos recurrentes del Partido Popular y Vox, que suelen cuestionar la inversión social y el papel del sector público mientras evitan concretar alternativas reales para la atención a las personas más vulnerables. Frente a ese planteamiento, los datos oficiales han evidenciado que la apuesta por los servicios públicos ha tenido un impacto directo y medible en la vida diaria de miles de familias.

Guadalajara, uno de los ejemplos

La provincia de Guadalajara ha sido uno de los ejemplos destacados dentro del balance regional. En la actualidad, el sistema de dependencia ha atendido a 8.600 personas beneficiarias, con 12.400 prestaciones activas, cifras que han reflejado un esfuerzo sostenido por reforzar la atención en el territorio. Además, la provincia ha encadenado 34 meses consecutivos reduciendo los tiempos de resolución de expedientes, hasta situarlos en 114 días, un plazo que ha representado aproximadamente un tercio de la media nacional. En el conjunto de Castilla-La Mancha, la media se ha situado en 166 días, muy por debajo de la mayoría de comunidades autónomas.

La consejera ha incidido en que la reducción de los tiempos de espera ha tenido un impacto directo en la calidad de vida de las personas dependientes y de sus familias, al permitir el acceso más rápido a servicios y prestaciones esenciales. Un aspecto especialmente relevante en un sistema que durante años sufrió bloqueos administrativos y listas de espera interminables en otras regiones gobernadas por el PP, donde la dependencia fue tratada más como un gasto que como un derecho.

Asimismo, García Torijano ha recordado que, según los últimos datos publicados por el IMSERSO correspondientes al último trimestre, Castilla-La Mancha se ha consolidado como la segunda comunidad autónoma de España tanto en número de plazas residenciales como en plazas públicas, reforzando un modelo de cuidados basado en la cercanía, la accesibilidad y la calidad. Un liderazgo que ha chocado con las tesis de quienes, desde la oposición, han defendido fórmulas de privatización o recortes que habrían debilitado la red pública.

En el marco de las fiestas navideñas, la consejera ha querido reconocer de forma expresa el trabajo de las personas profesionales del Sistema de Dependencia y de los Cuidados, destacando el papel del personal público, del sector privado y del Tercer Sector Social. Un reconocimiento que ha puesto el foco en el carácter colectivo de un sistema que ha funcionado gracias a la cooperación y al compromiso continuado, frente a los discursos simplistas que reducen la política social a una cuestión ideológica.