El Gobierno de Castilla-La Mancha, con motivo del 40 aniversario de la firma del tratado de adhesión de España a las Comunidades Europeas, ha homenajeado en Ciudad Real este martes al ciudadrealeño Manuel Marín, una de las figuras claves de la integración de España en Europa y quien ocuparía, posteriormente, diversas carteras del Colegio de Comisarios hasta convertirse en vicepresidente de la Comisión Europea de 1986 a 1999.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y su viuda, Carmen Ortiz; entre otras autoridades, familiares, compañeros y amigos de Marín como el exvicepresidente de la Comisión Europea y exministro, Joaquín Almunia, o el expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, entre otros, han participado en este emotivo acto celebrado en parque que lleva su nombre.
Un encuentro en el que se ha recordado la figura de Marín como el gran artífice del ingreso de España en la entonces Comunidad Económica Europea y como impulsor del programa Erasmus, símbolo de una Europa sin fronteras que apuesta por la juventud, el conocimiento y la convivencia.
Vigencia del legado europeísta
Emiliano García-Page, durante su intervención, ha defendido con rotundidad la vigencia del legado europeísta de Marín y ha alertado de quienes hoy ponen en cuestión ese modelo. “No se trataba de unir países, sino de unir personas”, ha destacado el presidente autonómico, subrayando que la Europa por la que luchó Marín es un proyecto de integración humana, no solo institucional.
García-Page ha aprovechado el homenaje para reivindicar el valor del consenso y del entendimiento político, en contraposición a quienes hoy cuestionan la pertenencia a la Unión Europea.
“Lo que hoy algunos atacan o niegan, incluso quieren romper, es precisamente lo que más claro tenía el pueblo español cuando decidió apostar por Europa”, ha asegurado, recordando que incluso ETA, con su violencia, era consciente de que “lo mejor que le podía pasar a España era Europa”, recordando los tres fatídicos atentados que se produjeron el mismo día que España y Portugal firmaban su adhesión a la Comunidad Económica Europea.
El presidente castellanomanchego ha advertido del riesgo de que el proyecto europeo se debilite por la acción de fuerzas políticas extremas, pero también por una falta de liderazgo y de visión. “Hay mucha gente que solo ve en Europa algo de lo que sacar, pero no entiende que no es que estemos en Europa, es que somos Europa”, ha sentenciado.
García-Page ha cerrado su intervención asegurando que “tenemos que defender la Europa de Manolo”, no solo como responsables políticos, sino como ciudadanos conscientes del valor que tiene pertenecer al mayor espacio de democracia, libertad y derechos del mundo.
“Pienso en qué se estaría planteando Manuel Marín al escuchar ciertos discursos de negación de Europa. Y tengo clara la respuesta”, criticando a quienes para afirmarse como españoles “se niegan a sí mismos como europeos”, algo que ha calificado de “absurdo”.
Padre del programa Erasmus
En el acto ha intervenido la periodista Asunción Valdés, amiga personal de Marín, quien ha trazado un recorrido por su trayectoria desde los años 70, cuando empezó a trabajar en Bruselas, hasta sus años como vicepresidente de la Comisión.
Ha recordado que Marín “consiguió poner en marcha el programa Erasmus” y que su impulso a la cooperación sanitaria en Europa “sentó las bases para que las vacunas pudieran distribuirse de forma coordinada durante la pandemia”.
También ha participado su viuda, Carmen Ortiz, quien visiblemente emocionada ha recordado la faceta más humana y negociadora del político ciudadrealeño, al que definió como “riguroso, serio, pero siempre dispuesto a dejar hablar a los demás”.
Manuel Marín, fundamental en la integración de España
Manuel Marín García (Ciudad Real, 1949) fue un político socialista español fundamental en la integración de España en Europa. Licenciado en Derecho y diplomado en Estudios Europeos, dedicó gran parte de su carrera a la política europea, donde llegó a ocupar importantes cargos como comisario europeo y vicepresidente de la Comisión Europea entre 1994 y 1999.
Fue uno de los principales impulsores del programa Erasmus, que ha permitido la movilidad y formación de millones de estudiantes en toda Europa, y jugó un papel clave en la adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1986.
Además de su labor europea, Marín destacó por su compromiso con la cooperación internacional y el desarrollo, promoviendo políticas que fortalecieron la solidaridad entre países. Reconocido por su capacidad negociadora y su visión integradora, Manuel Marín es recordado como un referente del europeísmo español y un artífice clave de la modernización y apertura de España hacia Europa.