La polémica que creció con las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en la prensa extranjera ha provocado un arduo debate en varias regiones del país, haciendo así que se adopten nuevas decisiones al respecto. De este modo, el Gobierno de Castilla - La Mancha, liderado por el socialista Emiliano García-Page, ha aprobado la moratoria a las macrogranjas hasta 2025, es decir, prohibirá su instalación y ampliación durante el periodo señalado.

Las Cortes regionales han aprobado este jueves, con 19 votos a favor y 14 en contra, la enmienda que impide la concesión de estos permisos de construcción en toda la comunidad autónoma, sin embargo, el Partido Popular de Paco Núñez ha votado en contra de la misma, a pesar de que en 2018 sí apoyaba el fin de este modelo de ganadería intensiva. 

“Esta medida no pone en riesgo al sector cárnico ni al ganadero ni al agrícola”, defendía Ana Isabel Abengózar, portavoz del Gobierno manchego. El partido de la oposición, por su parte, ha reclamado la retirada de dicha moratoria al considerar "condena una actividad económica que genera empleo y cumple rigurosamente con una normativa medioambiental muy exigente y de sanidad y de bienestar animal” que, a juicio del diputado popular Miguel Ángel Rodríguez, el PSOE autonómico dice "lo mismo" que el ministro de Consumo.

Confrontación de PP y Cs 

En la celebración del pleno en las Cortes regionales, además de debatir la moratoria de las macrogranjas, las declaraciones de Alberto Garzón era el plato principal de discusión. Por una parte, tanto PP como Cs han reclamado la reprobación del titular de Consumo mientras que, en paralelo, el PSOE ha retado a la oposición aceptando su propuesta a cambio de que su líder, Paco Núñez, dimita de su cargo.

Fernando Mora, presidente del grupo socialista, ha sostenido que Emiliano García-Page "se ha pronunciado claramente sobre las inoportunas y poco meditadas declaraciones de Garzón" y ha replicado al PP que se implica en este debate "porque se lo han mandado desde Génova", al tiempo que ha lanzado el reto de que dimita Núñez porque su actitud es "mucho más grave que lo que ha hecho o dicho el ministro".

En contraposición, Lola Merino, portavoz del grupo popular, ha considerado que, con este escenario de fondo, tan solo cabe aprobar la petición de cese "fulminante", ya que "no tiene ni la más puñetera idea de lo que tiene que defender", y le ha espetado a los socialistas que "todo lo demás que guarreen, traigan y lleven, es cinismo y postureo".

Elena Jaime (Cs), por su parte, ha tildado a Garzón de "gran demagogo y populista". "No se puede permitir que un ministro ataque así a un sector español y que este siga tragando palos de los que lo deberían defender a capa y espada", sentenciaba en las Cortes regionales.