La Junta de Castilla y León anunció en 2014 un proyecto estrella para mejorar la calidad de la educación en los pueblos, concretamente centrado en las nuevas tecnologías y la conectividad a internet. El Programa Escuelas Conectadas tenía como principal objetivo llevar a todas las escuelas, sobre todo las del medio rural, la conexión a internet de “banda ancha ultrarrápida”, como mínimo de 100 megabits por segundo.

Con una inversión de más de 30 millones de euros, realizado bajo un convenio de colaboración firmado entre el Gobierno y la Junta y financiado en parte con los fondos europeos del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente, se presentó como un plan estrella pero, tras concluir el plazo para desarrollarse, lo cierto es que hay provincias en las sus escuelas siguen mayoritariamente desconectadas. En total se han conectado 943 centros escolares, el 68,58% del total.

2020 era el año en el que concluía el plazo para desarrollarse, desde 2014, y provincias como León o Soria siguen con un gran número de escuelas desconectadas de esta red, “en instalación” o sin dar servicio todavía. De los 282 que se planteaba conectar en León, la Junta da por finalizados únicamente 133. Un número que no llega ni a la mitad y supone el 47,16%. Así lo ha avanzado iLeón.

Pero esta cifra contrasta con la de otras provincias, como Valladolid, la más avanzada. Un total de 164 escuelas de las 192 previstas ya han recibido el servicio de internet ultrarrápido, lo que supone el 85,4% de resolución. Le siguen Palencia, con el 80% desarrollado (62 escuelas de las 78 totales); y Zamora y Segovia, con el 75% aproximadamente cada una (109 de las 145 y 101 de las 134, respectivamente).

En la cola, antes que León, se encuentra Soria, con el 57,1% de conectividad, solamente finalizadas 32 de las 56. El porcentaje vuelve a contrastar, a pesar de ser el segundo más bajo, con el de León, diez puntos por debajo.

De esta forma, el proyecto que prometía dar “acceso a los centros docentes a las redes de banda ancha ultrarrápida, desplegar redes internas de comunicaciones, dotar de equipo y sistemas de gestión de las comunidades y del tráfico, acceso de los centros a RedIRIS y dotar de infraestructuras y recursos TIC”, según la Consejería de Educación de Castilla y León, ha culminado su plazo de desarrollo sin llegar a un gran número de escuelas y con grandes desigualdades entre provincias. Se esperaba que se beneficiasen unos 220.000 alumnos y más de 1.360 centros docentes.

No obstante, todavía queda plazo hasta 2025 para la comprobación del funcionamiento, el mantenimiento técnico y hasta la reorganización de plantillas educativas.