Fue el pasado domingo cuando, tras verter toda serie de ataques al Gobierno de España, Isabel Díaz Ayuso prometió la llegada de aviones repletos de material sanitario para dar cobertura a las necesidades que demandan sanitario y profesionales de los servicios esenciales en este estado de alarma. La dirigente, visiblemente orgullosa, alegó que había cerrado un contrato por valor de 23 millones de euros con un empresario chino, que garantizaría que hubiera acopio suficiente para dotar de estos productos a los profesionales que se enfrentan diariamente al virus esperando que los contagios empiecen a bajar, aflore el número de altas, la curva descienda y la normalidad vuelva a la región.

Madrid es la comunidad autónoma más golpeada por el Covid-19. Principal foco de contagio en España, la urgencia de material es puesta sobre la mesa incluso por la Justicia. El Juzgado de lo Social de Madrid lo refrendó esta semana con un ultimátum clarísimo a los populares, dándoles 24 horas para que repartieran material.

Sin embargo, la presidenta autonómica insiste en que el material llegará. Lo ha vuelto a hacer en una entrevista que ha concedido al diario 20 Minutos: “Primero voy a intentar que venga el material y, cuando esté en Madrid, lo diremos. Lo único que me interesa ahora es que nada se interponga entre la compra y el paciente”, ha explicando, siendo más incisiva con los test fallidos del Gobierno que con la demora de su gestión: “Madrid no contaba con muchos de esos test. Por nuestra parte sí estamos haciendo compras, que esperamos que lleguen pronto”.

Paralelamente, la popular saca pecho del hospital de Ifema (“Es un sitio de orgullo”), aunque avisa de que la situación en Madrid es arduo complicada: “Estamos en el momento más difícil. Teníamos estimado que iba a ser así, aunque nunca estás psicológicamente preparado para que tanta gente fallezca. Estamos en el momento en el que siguen creciendo los contagios y los pacientes llegan a la UCI”.