La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a premiar a Javier Fernández-Lasquetty, actual consejero de Hacienda. El que es uno de los hombres de confianza de la popular, es el encargado del argumentario de campaña y ocupa el noveno puesto de la lista para las próximas elecciones del 4 de mayo.

Pero la figura del que ha desarrollado la función de consejero de Hacienda tiene un oscuro pasado, marcado por sus actuaciones contra los médicos y sus intenciones de privatizar la sanidad madrileña siguiendo el modelo de Zaplana y Aguirre.  Las polémicas en las que ha estado envuelto Lasquetty por sus manifestaciones en contra de la sanidad pública han sido muy sonadas pero, a pesar de ello, Ayuso sigue confiando en él incluyéndolo en su núcleo de confianza. No obstante, Ayuso también ha sido foco de polémica por sus políticas sanitarias en la Comunidad, con la construcción del Hospital Isabel Zendal manteniendo el cierre de plantas y torres enteras cerradas en otros hospitales de la región en esta pandemia del coronavirus.

España no necesita más despilfarro de gasto público, sino menos. No necesita más políticos tomando decisiones sobre cómo y dónde hay que curar a los enfermeros, sino menos. No necesita funcionarios, sino médicos y enfermeros tan buenos como los que hay, que tengan sencillamente el mismo contrato que el resto de los mortales”. Esta es una de las declaraciones que Lasquetty realizó en un artículo de opinión titulado Una decisión que perjudica la salud, publicado en Libertad Digital con fecha de 2016-09-17.

El consejero de Hacienda no ocultaba su opinión favorable a privatizar la sanidad pública: “Los hospitales de gestión privada tienen los mismos indicadores de efectividad clínica y seguridad del paciente que el resto de los hospitales”. De este argumentario llegaba su versión partidaria a gastar menos en sanidad y que los médicos y enfermeros no fueran funcionarios.

Pero ya anteriormente había protagonizado otras controvertidas declaraciones. En 2012, cuando ocupaba la cartera de Sanidad madrileña, acusó a los médicos que iban a huelga por la sanidad de causar un “perjuicio muy importante a los enfermos”. Por aquel entonces, haciendo oídos sordos de las protestas contra la privatización de la sanidad, aseguraba que los motivos de la huelga eran “absolutamente injustificados”.

Durante su etapa en la consejería de Sanidad se vio envuelto en todo tipo de chuscos episodios como la adjudicación de contratos a colegas suyos que anteriormente habían sido consejeros del ramo.