La candidata del PP y actual presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, va a cerrar la campaña electoral el próximo 2 de mayo en un mitin taurino en el que no faltarán conocidos toreros, como Enrique Ponce, el Juli o José Mari Manzanares, que dedicarán su esfuerzo a maltratar hasta la muerte a diferentes toros de conocidas ganaderías.

Todo para mayor gloria de la popular Ayuso de la que no sabemos si era de por sí aficionada al denominado arte de Cúchares, pero da igual, porque lo que en realidad le mueve, es la afición de volver a repetir cargo al frente del Gobierno madrileño.

Con total frescura, mientras niega la mayor -los datos estadísticos nefastos de la pandemia en Madrid- la lideresa ha modificado las normas sanitarias contra el covid en los espectáculos taurinos de la región. Sin el escollo de Ciudadanos al frente de la dirección de Salud Pública -ya dimitió en su día una directora del partido de  Arrimadas por desacuerdos con la gestión de la desescalada- ahora, el PP puede hacer de su capa un sayo sin que nadie próximo se lo reproche.

Se ha decretado permitir un aforo de 6.000 personas reunidas en las Ventas como homenaje benéfico para la profesión taurina afectada por la crisis causada por la infección, argumento que, dada la fecha elegida, difícilmente llama a engaño. Se trata, realmente, de Ayuso en su personal escalada de márketing.

La Consejería de Presidencia de Madrid ha firmado un convenio con la Fundación del Toro de Lidia para celebrar en diferentes localidades la Feria del Toro. Está dotada con 900.000 euros para este año y el próximo. Díaz Ayuso ha anunciado además su intención de triplicar para 2021 el millón de euros que se destinó en 2020 a los ganaderos de astados bravos madrileños.

Un dinero público que los empresarios agradecen sin duda, como se podrá ver en ese mismo fasto el 2 de mayo en que todos los protagonistas del acto intervendrán o suministrarán ganado gratis. Como en otras ocasiones, parece que el PP va a conseguir que un mitin/fiesta electoral no corra a cargo en su totalidad de la tesorería del partido.

Ayuso ha soltado una de sus perlas: “La tauromaquia es libertad".  Viene a cuento de que el Gobierno central está pensando en prohibir los actos multitudinarios, del tipo de las corridas, en aquellos lugares con una incidencia alta de coronavirus, como es el caso de la Comunidad de Madrid. La presidenta ha denunciado “el afán liberticida” de Sánchez y sus ministros, afirmando que vetar ese evento sería insensato dado que tal decisión “no está basada en informes sanitarios creíbles”.  De los muertos y los contagiados, no dice nada. Y del maltrato animal, tampoco. Ayuso sigue su línea sin piedad, de la mano de Miguel Ángel Rodríguez, su ventrílocuo de cabecera.