El Dos de Mayo de 2020 fue muy diferente al de este año. En aquella época, Madrid se encontraba a las puertas de la desescalada y los sanitarios adquirieron un protagonismo especial por su labor en los meses más duros de la pandemia del coronavirus. Pero Pablo Casado compartió ese papel protagónico, ‘colándose’ en las fotos junto a Isabel Díaz Ayuso, quien este año, al igual que ha hecho en la práctica totalidad de la campaña, le ha escondido a menos de tres días de las cruciales elecciones autonómicas.

El Gobierno de Madrid, el pasado año, aún lo conformaban Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado. Es decir, Partido Popular y Ciudadanos. Sin embargo, Pablo Casado robó el protagonismo que podría tener el dirigente liberal en calidad de vicepresidente de la Comunidad.

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, durante la celebración del Dos de Mayo de 2020. Europa Press.

Las fotografías fueron para el líder conservador y también las críticas, pues pocos podían entender en calidad de qué estaba el jefe de la oposición en el acto del Dos de Mayo, “pasando revista”, incluso, a los sanitarios que formaban ante la sede del Ejecutivo regional en la Puerta del Sol.

Casado, escondido

Un año después, tras copar todos los objetivos de las cámaras, Pablo Casado ha desaparecido del primer plano de las fotografías. Esta vez, Isabel Díaz Ayuso ha adquirido todo el protagonismo y ha escondido a su ‘jefe’ como lo ha hecho durante la práctica totalidad de la campaña, en la que el líder conservador ha aparecido con cuentagotas.

En los primeros coletazos de la campaña, desde el equipo de Ayuso transmitió a Génova que no iba a aceptar ningún tipo de tutelaje y ha hecho y deshecho a su antojo. Tanto es así que, al contrario que su compañera en la derecha, Rocío Monasterio, el rostro del presidente de su partido apenas se ha visto en los actos de campaña del Partido Popular.

De hecho, este Dos de Mayo lo ha aprovechado la presidenta regional madrileña como un evento más de una campaña que esta noche llegará a su fin. Las formaciones de izquierdas han reclamado, sin suerte, a la Junta Electoral su intervención ante el uso electoralista que la candidata popular haría del acto institucional.