La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entona un cántico de unidad, ajeno al belicismo que envuelve al Partido Popular en las últimas fechas. El futuro del PP de Madrid se ha hecho hueco en el eje del debate público. Ha reivindicado su derecho a postularse para ello, pero, para rebajar el clima de tensión, ha negado que se haya erosionado su relación con Pablo Casado ni con José Luis Martínez-Almeida. De quien no puede decir lo mismo es de Teodoro García Egea, con el que dice haber tenido “tiranteces”. Eso sí, ha insistido en que su sitio está en Madrid y no en la planta 7 de Génova.

Ayuso se defiende ante quienes la responsabilizan de ser la causante de los males del PP. “Lo único que he hecho es trasladar mi intención de presentarme al congreso del PP de Madrid”, ha indicado en una entrevista concedida a El Confidencial, al tiempo que aludía a la “coherencia” y “responsabilidad” para con los electores. En este sentido, la lideresa ha recordado que el resto de barones sí ejercen de presidentes del PP en sus autonomías.

Tal era su deseo de equipararse a ellos que, según ha admitido, no dudó en hablar con Pablo Casado “en privado” sobre su intención de presentarse al congreso “antes de anunciarlo” en público. Asimismo, ha admitido que mantiene una línea abierta con el presidente del partido, con quien habla “con frecuencia”.

Siempre hay muchos rumores, si no, no sería el PP de Madrid

Sus aspiraciones no han conseguido cercenar la ligadura que los une desde “hace 17 años”, sino que su relación “se mantiene” intacta como el primer día. No obstante, lo achaca a la rumorología que envuelve siempre a la sucursal madrileña conservadora. “Siempre hay muchos rumores, si no, no sería el PP de Madrid”, ha argumentado.

Hablando de rumores, así ha calificado Ayuso las informaciones que vinculaban su futuro al lugar que hoy ocupa Pablo Casado. Una mera habladuría. “Desconozco en qué momento empecé a leer en titulares algo similar”, ha advertido sorprendida la presidenta regional, al tiempo que negaba que estas palabras saliesen de su boca en algún momento. “Jamás se me ocurriría disputar el liderazgo a quien lo tiene”, ha deslizado antes de recordar que está “al servicio de España desde Madrid”.

Ayuso representa al “Gobierno que España se está perdiendo”, convencida de que es el Ejecutivo que tendrá Pablo Casado cuando alcance la Moncloa. Una administración con “impuestos bajos, empresa, familia, unidad, diálogo, prosperidad…”. A la madrileña, en resumidas cuentas. No obstante, y retomando la presunta disputa con su jefe, califica de “incierto” que haya perdido la perspectiva de “cuál es mi sitio”.

Problemas con Egea

Llega entonces el quid de la cuestión. El secretario general del Partido Popular y mano derecha de Pablo Casado, Teodoro García Egea. Las diferencias entre Génova y Sol beben principalmente de este afluente. El político murciano ha confrontado constantemente con la jefa del Ejecutivo regional y, sobre todo, con su equipo, a quien incluso llegó a vetar en una reunión en las entrañas de la sede popular.

Los choques con Egea son de sobra conocidos por el gran público, por lo que Ayuso no lo esquiva y admite que han existido “tiranteces” entre ambos a cuenta de las “gestoras” y los “tiempos establecidos para el Congreso”. Sin embargo, Ayuso prefiere enterrar el hacha de guerra, al menos por el momento, y apela a la “unidad” y a no moverse “ni una coma” del mensaje que tiene que dar el partido: “Somos la alternativa, somos el Gobierno que se está perdiendo España”.

La lideresa reivindica la vitalidad del momento que “estamos viviendo”, por lo que hace énfasis en este mensaje. “Sólo podemos estar en eso y en nada más que eso”, ha desvelado la presidenta regional, al tiempo que recalca que también reveló a la dirección nacional sus intenciones de presentarse al congreso. “De hecho, el propio Egea se manifestó en público al respecto el pasado mes de junio”, ha apostillado.

Ayuso insiste en que su objetivo es “trasladar la ilusión del 4 de mayo” a todos los miembros del Partido Popular. “Quiero que suceda lo mismo en el resto de comunidades y que estemos unidos en torno a un mensaje que removió a la afiliación y al votante por todo el país”, ha remachado la jefa del Ejecutivo, no sin antes remarcar su “legítimo derecho” a presentarse para dirigir el PP de Madrid y de subrayar que tanto ella como Almeida siempre tienen que ir “de la mano” porque son un “dique que se tiene que cuidar por encima de todo”.