Se resiste el gobierno andaluz a cerrar la puerta a la privatización de la Atención Primaria.

En febrero de este año se publicaba en Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) una Orden en la que se ponía precio a las consultas de atención primaria y además se permitía que las aseguradoras privadas utilizaran las instalaciones públicas para su negocio.

La presión social, sindical y la oposición progresista frenaron este intento de privatización y de ataque al disco duro de nuestra sanidad pública.

En marzo de este año, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, en el 'Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía' firmado con la Confederación de Empresarios de Andalucía, UGT y CCAA, se comprometió a no concertar con la privada las consultas de los centros de salud y prometió que las instalaciones públicas serían utilizadas exclusivamente por el SAS.

Y en mayo, la consejera de Salud, en la firma del 'Pacto para la Mejora de la Atención Primaria' con sindicatos de Mesa Sectorial, firmó que se “retiraban de la Orden del 23 de febrero de 2023, por la que se actualiza y desarrolla el sistema de presupuestación y tarificación de convenios y conciertos los siguientes aspectos: del cuadro de tarificación la mención a la consulta de Atención Primaria y la mención a la posibilidad de utilizar medios públicos por la empresa privada”.

Cualquier persona entiende que estos compromisos son firmes, rubricados y comunicados a los cuatro vientos por el ejecutivo andaluz. La ciudadanía, los sindicatos, las sociedades científicas, las asociaciones y colectivos de pacientes respiraron tranquilos y satisfechos de su victoria.

Pues no. Donde dije digo... Volvemos a estar como al principio. Bueno, peor, porque vemos con claridad las maniobras, las excusas y los engaños del gobierno andaluz para intentar a la desesperada mantener la puerta abierta a la privatización de nuestra sanidad pública, entregando a los intereses privados el corazón: la atención primaria.

La palabra de Moreno Bonilla

La palabra y la firma del presidente Juanma Moreno y de su consejera de salud no valen nada. Y les explico por qué.

Tras meses desde los anteriores compromisos, el gobierno de Andalucía opta ahora por modificar la Orden de privatización a través de un procedimiento de consulta pública que, por cierto, no utilizaron para modificar la Orden inicial de 23 de febrero. Entonces, realizaron una “corrección de errores” en una semana.

En la información que se ofrece en la web de la Junta para realizar alegaciones previas a la modificación de la Orden no se recogen los compromisos previos del gobierno andaluz respecto a los dos aspectos mencionados.

¿Dónde ha quedado la palabra la Moreno Bonilla? ¿Utiliza su mayoría absoluta para pasar por pasar por alto y pisotear sus propios compromisos?

¿No resultaría pertinente y obligado mencionar en la información publicada para la consulta pública, que ya existe el compromiso previo del presidente de la Junta y de la Consejera de Salud de retirar de la Orden las tarifas de las consultas de Atención Primaria y la cesión de instalaciones públicas a la privada?

En lugar de esto, se alude a la pandemia de coronavirus como justificación del contenido de la Orden que se pretende modificar. Y hay que señalar que ni la pasada crisis sanitaria, ni posibles crisis futuras, justifican la externalización de la Atención Primaria, la cesión de los medios e infraestructuras públicas a la privada, ni otras medidas de privatización de nuestra sanidad pública como las contenidas en la Orden de 23 de febrero.

El verdadero motivo de esta Norma es avanzar en la privatización de la sanidad andaluza, dejar en manos de la privada lo que esta Consejería no es capaz de resolver: la grave crisis que atraviesa la Atención Primaria.

¿Hablaba de “rigor” Juanma Moreno hace unos días en relación a las predicciones de la AEMET? Rigor, señor Moreno, es lo que necesita la sanidad pública andaluza. Rigor para gestionar el mayor presupuesto de nuestra historia; Voluntad para mejorar los servicios públicos, Palabra y Compromiso. Suspenso en todo. Desgraciadamente nos toca repetir curso.

Y mientras, nuestra Sanidad Pública agoniza y por primera vez en ocupa la última posición en el ranking de servicios sanitarios de las comunidades autónomas: las listas de espera, las demoras en Atención Primaria, los recortes en las plantillas o el avance de la privatización nos han situado en la cola. Así lo describe el último informe de la federación de asociaciones en defensa de la sanidad pública (FADSP).

Es paradójico que la Sanidad andaluza, con el mayor presupuesto de la historia, sufra también los mayores problemas desde nuestra autonomía.

Solo desde un modelo de Sanidad Pública, destinando el dinero de todas y todos a la mejora y fortalecimiento de los servicios públicos y entendiendo que la atención a la salud es un derecho y no solo la prestación de un servicio, será posible recuperar la sanidad andaluza.


Mª Angeles Prieto Rodríguez

Profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública (en excedencia)

Portavoz de Salud del Grupo Parlamentario Socialista