Los grandes sindicatos no ostentaban representación alguna entre los más de 4.000 trabajadores en Abengoa en Sevilla porque, pese a su tamaño, en la compañía no había comité de empresa, pero ahora esos mismos sindicatos son la única tabla de salvación a la que intentan agarrarse unos empleados sumidos en el desconcierto y con la espada de Damocles del despido pendiendo sobre sus cabezas. Tras reunirse con la empresa en Madrid, los sindicatos CCOO y UGT en Andalucía alertaban anoche de la situación "crítica" que atraviesa la compañía, que planea "unas 500 rescisiones de contratos", más las no renovaciones de contratos que finalicen. Horas antes, la compañía había trasladado a las centrales que su objetivo prioritario "proteger a los empleados y preservar su empleo", ya que son "la piedra angular y necesaria" para "mantener el proyecto Abengoa”. En principio, a finales de esta semana Abengoa estará en condiciones de saber si podrá abonar o no las nóminas a sus trabajadores, en función de cómo se desarrollen las negociaciones con los bancos. Aun así, y debido en gran parte a esa ausencia de una representación laboral reglada, la información sobre recortes en la plantilla es poco precisa: no se conocen con seguridad ni cifras, ni plazos, ni condiciones. 210 MILLONES DE URGENCIA Mientras tanto, los bancos acreedores de Abengoa estudian inyectar liquidez para hacer frente a las necesidades de emergencia de la compañía por hasta 210 millones de euros hasta enero. En concreto, las entidades financieras aportarían una primera partida de 110 millones de euros para hacer frente a las necesidades de liquidez del grupo de ingeniería y energías renovables para este mes de diciembre, en el que tiene que hacer frente a las nóminas y la extra de sus empleados. Fuentes sindicales apuntaron a Europa Press que la pretensión de la reunión mantenida este martes  con la empresa era la de conocer la situación "real" de la misma, que se encuentra declarada en preconcurso, así como conocer la cifra de rescisiones de contratos y la planificación económica con las entidades financieras. De esta manera, han apuntado que el momento de Abengoa es "crítico" por la falta de liquidez, tanto que "no pueden afrontar la nómina del mes de diciembre". La compañía ha quedado con los sindicatos en ofrecerles información este próximo viernes, aunque "no se trata de una reunión como tal". No obstante, los sindicatos han asegurado estar “al servicio de la empresa para dentro de nuestras capacidades influir en los bancos y en los gobiernos nacional y andaluz, pero no vamos a permitir que se degraden las condiciones laborales de los trabajadores en Abengoa". Abengoa, como se sabe, se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración después de que el 25 de noviembre la compañía solicitara formalmente ante un juzgado de Sevilla el preconcurso de acreedores, con el que dispondrá de un plazo de cuatro meses para negociar una solución con sus acreedores. Con el procedimiento de preconcurso, la compañía sevillana trata de sortear el que sería el mayor concurso de la historia de España, por delante del de Martinsa Fadesa. La compañía cifra en 8.903 millones de euros su deuda total bruta consolidada, cuyo coste medio es del 7%. De esta cifra, la mayor partida es deuda corporativa, por un importe de 5.828 millones a un coste medio del 7,6%. El pasivo total del grupo a cierre del tercer trimestre ascendía a más de 24.700 millones de euros. UN TOTAL DE 31 EMPRESAS Un total de 31 empresas del grupo Abengoa han solicitado el preconcurso de acreedores,  según informaba ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que precisa que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla ha fijado en el 28 de marzo de 2016 la fecha límite en que Abengoa puede acogerse a las ventajas del preconcurso, y a  partir de ese día, y si no se ha solventado las irregularidades financieras,  cualquier acreedor podría solicitar el concurso necesario. La relación de empresas que han solicitado el preconcurso es Abengoa SA; Abengoa Finance SAU; Abengoa Greenfield SA; Abencor Suministros SA; Instalaciones Inabensa SA; Abener Energia SA; Abengoa Greenbridge SA; Abeinsa, Ingenieria y Construccion Industrial SA; Abengoa Bioenergia SA; Abentel Telecomunicaciones SA; Abeinsa Infraestructuras Medio Ambiente SA; Ecoagricola SA; Negocios Industriales y Comerciales SA; Bioetanol Galicia SA; Teyma Gestion de Contratos de Construccion e Ingenieria SA. También figuran en ese listado Europea de Construcciones Metálicas SA; Siema Technologies SL; Abengoa Water SLU; Abengoa Solar España SA; Abengoa Solar New Technologies SA; Abengoa Solar SAC; Abeinsa Inversiones Latam SL; Abengoa Concessions SL; Abeinsa Asset Management SL; Asa Desufulracion SA; Abengoa Bioenergia San Roque SA; South Africa Solar Investments SL; Ecocarburantes Españoles SA; Biocarburantes de Castilla y León SA; Abengoa Bioenergia Inversiones SA; y Centro Tecnológico Palmas Altas SA. UN CASO DE ABUSOS Los abusos empresariales en la sede central de Palmas Altas –conocida como ‘Palmatraz’– eran bien conocidos y la prueba más sangrante de la ausencia de derechos laborales. El digital andaluciainformación,es publicada en julio del año pasado el testimonio de un trabajador despedido. Una información firmada por la periodista Carmen del Toro recogía el caso de un trabajador que había llevado su despido a los tribunales: ”Uno de estos es el de Antonio M. S. S, un licenciado en Ciencias del Medio Ambiente que fue despedido “por salir a mi hora” y al que no le reconocieron su antigüedad a pesar de estar cinco años y dos meses en la empresa con un contrato por obras y servicios que nunca se hizo indefinido". El relato de Antonio "es el de la indignación pero también el de la liberación tras la experiencia vivida. “Como todos -dice- entré contento, con condiciones buenas y, como todo el mundo, echaba horas extras porque había trabajo. Pero ahora no hay y no te pueden exigir que eche más horas cuando no hay trabajo”. Había despidos pero cuando comenzaron los controles personales, cuando “aconsejaban” que salieran más tarde del horario establecido y empezaron las llamadas del departamento de Recursos Humanos amenazando con los despidos, la cosa empeoró”.