José Torres Hurtado estaba ya en el cénit de su carrera política antes de su detención. Tras sumar tres mayorías absolutas municipales seguidas, una vez perdida esta, se convirtió en unos de loo alcaldes del PP de grandes ciuadades en situación más debilitada y frágil de capitales. A partir de ahí su figura estaba en declive. La polémica siempre fue su compañera y las frases chabacanas también. Tanto él como su entorno defendían su tono a veces grosero como una parte de su ser “campechano” y de su cultura “agrícola”.
Al igual que el también polémico y con problemas con la justicia, el presidente del PP almeriense Gabriel Amat, el granadino era una especie de hermano mayor de Javier Arenas. El de Olvera lo aupó en 1982 al Congreso, al Senado y al Parlamento andaluz. Su carrera auspiciada por Arenas lo llevó en 1996 a ser delegado del Gobierno en Andalucía. De esa epoca se recuerda su comportamiento sectario y holligan contra la Junta de Andalucía. Nadie dudó que era una "recomendación" del entonces líder del PP andaluz.
Natural de un municipio de economía rural como es Piñar, Torres Hurtado presumía de ello, de sus conocimientos del mundo del campo, de su formación como perito agrícola y de haber sido presidente de disitintas cooperativas. De ahí su apodo de "El tractorista".
Machista y autoritario
Con tics autoritarios, dirigía los plenos de manera despreciativa y arrogante con la oposición. En este año de mandato los humos se le bajaron al estar en minoría y con una amenaza de moción de censura permanente con la que el grupo municipal Ciudadanos dudaba y a veces hasta jugaba.
Su lengua desmedida y en ocasiones soez, le jugó malas pasadas. Cabre recordar cuando el aún alcalde de Granada, en un acto en julio del año pasado, al invitar a los mejores estudiantes de la selectividad a acudir informales a una fiesta que se celebrará en su honor le dijo que "las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes, y los hombres, cuanto más vestidos, más elegantes". "Bueno, pues vamos a ir todos en camisa y pantalones comoditos, porque se trata de echar un rato agradable allí entre todos y disfrutar esa noche", añadió.
Un funambulista político siempre en el filo de la navaja
Podría califcarse su trayectoria final así como su personalidad politica como la de un funambulista siempre en el filo de la navaja y moviéndose desde el alambre. También en vida paralela a Gabriel Amat, Torres Hurtado termina su carrera política envuelto en reiteradas denuncias y sospechas por supuestas irregularidades en el mundo del urbanismo. Hasta ahora ha siso capaz de salir indemne de todas siendo exculpado por los tribunales. Ahora, en pleno declive, todo indica que la operación de registro en el ayuntamiento y que ha acabado con su detención, será su tumba política.