El Defensor del Paciente ha solicitado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que actúe contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por "dejación de funciones" en relación con el programa de detección precoz del cáncer de mama. Esto ocurre después de que Cadena Ser Andalucía aireara el pasado domingo los problemas que se están sucediendo en este programa con algunas mujeres, a las que la comunicación tardía de su diagnóstico o repetición de pruebas les ha restado tiempo de recuperación.
En el día de ayer Cadena Ser contaba el caso de varias mujeres a las que se les comunicaba con retraso de hasta un año un diagnóstico de cáncer de mama, los retrasos que sufrían para repetir pruebas, o el caso de ni siquiera comunicárselo a otra de ellas, que se enteró porque accedió con su certificado digital a la prueba.
La Junta de Andalucía ha reconocido que está revisando el "circuito" para ver "qué ha pasado" en lo que denomina "tres casos puntuales", que son los que Cadena Ser publicó y los que asegura la consejera, Rocío Hernández, tener constancia desde la Administración.
El Defensor del Paciente sostiene, no obstante, que se ha producido una "clara dejación de funciones" lo que ha puesto, a su juicio, en "grave riesgo" a las mujeres que "pueden agravarse, extenderse o perder como mínimo sus pechos por esa acción negligente de la Junta de Andalucía". En su petición a la Fiscalía la entidad argumenta que "cuando se pone un programa de detección o prevención hay que cumplirlo sin excusas ni retrasos. El incumplimiento de estos programas sólo cuestan sufrimiento y dinero a la sanidad pública".
En una atención a medios, recogida por EuropaPress, la consejera, en alusión a la denuncia pública que han hecho varias pacientes afectadas por los retrasos ha explicado que "el programa de detección precoz del cáncer de mama salva vidas". Hernández ha insistido en que cada año se invita a más de medio millón de mujeres en Andalucía, con una participación cercana al 80%.
Los testimonios humanos de las mujeres son demoledores. Una de ellas, incluso, explicó que personal sanitario le llegó a reconocer haber tenido "mala suerte" porque en mitad del proceso le había pillado "semana santa y feria de por medio". La presidenta de la Asociación Amama de Sevilla, Ángela Claverol, explicó que habían detectado que "ya no te llaman con la misma puntualidad que te llamaban antes. Es decir, si te toca la mamografía en septiembre muchas veces pasan hasta cuatro o cinco meses hasta que te vuelven a llamar, pero lo más sangrante es que tenemos compañeras a las que llaman a los cinco o seis meses diciéndoles que tienen cáncer".