Miércoles, 1.23.- Estaba metida la noche audiovisual en/a la memoria de Robinson. Mi altocargo me cuenta de una tarde en Madrid echando un rato con Michael, Carlos Martínez y un gin muy seco. Una mezcla original de éxtasis y de inteligencia, se trajo como impresión. Fue cuando, también, se hizo un poco gaditano.

Miércoles, 1.32.- Aparece en la escena Pascual Maragall, al que le tengo una admirable devoción olímpica. Un poco antes de aquello, era yo una chiquilla muy decidida, fuimos a Nueva York a completar un reportaje con los descendientes de Julián Besteiro, que se había muerto de dignidad y de una infección en la cárcel de Carmona cincuenta años antes. Acabamos en Manhattan, en la acogedora casa de su hija, ya una señora mayor. Toda amabilidad, nos la fue mostrando: mesa de estudio, gran librería, cama pequeña, foto de Pascual Maragall de jovenzuelo. Aquí vivió Pascual, nos dijo. Maragall en la casa de la hija de Besteiro. Me pareció casi poética esa red de conexiones políticas/familiares para escapar de la bota de la dictadura.

Miércoles,1.35.- Alquilamos una casa en San Joan Despí. Nos bebimos la Olimpiada, era la ciudad de los prodigios que había soñado. Desde entonces siempre quiero volver a aquella bulla cosmopolita de genes y colores y nunca a la de ahora, que se parte por la mitad y hiela los corazones y se me queda muy a lo lejos de su esplendor.

Miércoles, 1.37.- El vídeo fija el momento del discurso de bienvenida de Maragall como alcalde. En un tono emocionado y solemne, Pascual saluda a Catalunya, a España, a los países iberoamericanos y a Europa, de la que dice en proclama subida: "Europa, especialmente Europa, nuestra nueva gran patria". Unas cuantas lágrimas resbalan por mis mejillas. Seguro que por Robinson y su elegante lección de cómo morir, seguro que por Maragall (por aquel Maragall), seguro que por Besteiro. Pero, en realidad, estaba llorando por Europa.

Miércoles, 4.25.- Ataca fuerte el insomnio, se hace obsesiva la interrogante: ¿cuándo fue que la nueva gran patria, nuestra nueva gran patria europea se hizo de pronto vieja y casi yerma? Y llegó la primera luz y me seguía sintiendo culpable.

Miércoles, 12.45.- El Gobierno andaluz se ha apresurado a brindar su apoyo al mundo taurino, tan dramáticamente damnificado por estas fechas. Una no se atreve a calcular el enorme stock de toros bravos que se nos ha quedado sin matar. Nada se sabe al respecto de las ayudas a los puestos de turrón, las tómbolas y las casetas de tiro al blanco.

Miércoles, 16.22.- La Torre de Babel de las desescaladas asimétricas produce una confusa sobremesa sobre libertades y seguridades. En el aire quedó el tufo de aquello de Welles: la gente reclama a sus opresores.

Miércoles, 20.00.- El aplauso no ha estado a la altura de la belleza del atardecer, seguramente porque ya nos estamos aplaudiendo a nosotros mismos.

Miércoles, 20.02.- Un putrefacto que habita en las cercanías hace sonar a todo trapo el himno de la legión. Mañana corro, temblando de miedo, a por la bandera de Europa, más muerta que viva. De coronavirus y sus políticos.