El pescado parece estar vendido al completo. Ahora se trata de decidir cuál es el papel más atractivo para envolverlo antes de entregárselo al consumidor. Partido Socialista y Ciudadanos afinan sus relatos para convencer a los andaluces de que la culpa de un previsible adelanto electoral no es suya sino del otro. Es pronto para saber cuál de los dos socios de legislatura logrará convencer a más votantes, pero ambos se están empleando a fondo en ello: eso sí, sin perder las formas. Los reproches son duros pero las formas son suaves. O al menos no tan duras como podrían ser.

Hoy el turno estelar ha sido para Ciudadanos, cuyo líder nacional Albert Rivera ha visitado el conjunto patrimonial cordobés de Medina Azahara, donde ha desgranado un argumentario cuyo hilo conductor es que el PSOE está faltando su palabra al negarse a poner en marcha las medidas de regeneración democrática –supresión de aforamientos, nueva ley electoral u oficina antifraude– incluidas en el pacto de investidura merced al cual hicieron presidenta a Susana Díaz en 2015.

Elogios a Marín

Además de elogiar reiteradamente a su hombre en Andalucía, Juan Marín, y resaltar que “él es quien manda” en esta materia, Rivera ha cargado sobre las espaldas socialistas todas las culpas de una ruptura que parece inminente y que seguramente se formalizará el viernes en Málaga, donde el partido naranja reúne a su dirección nacional para decidir sobre el informe que presente Marín sobre la salud del pacto andaluz. Por lo escuchado estos días a Marín, este parece dar por roto el pacto.

El telón de fondo de los ERE

“A ellos lo que les preocupa son los ERE, el incumplimiento de su palabra tiene más que ver con los asuntos judiciales”, ha dicho Rivera, que ha hecho esta advertencia: “Si lo que el PSOE ha decidido es no cumplir el acuerdo, no tener palabra y abandonar a los andaluces, que no cuenten con nosotros. Juan Marín sí tiene palabra, él sí cumple, quien no cumple es Susana”.

Para el presidente de Ciudadanos, en materia de regeneración, socialistas y populares vienen a ser lo mismo: "Son alérgicos a la regeneración, les da miedo regenerar el país, les da miedo romper las redes clientelares que han creado durante tanto tiempo”.