Estas fueron las palabras pronunciadas ayer en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno por el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre: “Vamos a instar a que en el ámbito familiar se mantenga de forma obligatoria el máximo de seis personas, siempre que no sean de una misma unidad familiar. Hasta ahora hemos hecho unas recomendaciones y ahora queremos hacerlo en plan de obligación”.

Las restricciones en encuentros familiares era la estrella de las nuevas medidas aprobadas ayer por la Junta de Andalucía y en realidad la única novedosa en sentido estricto, si se exceptúa el confinamiento de la localidad sevillana de Casariche.

La 'revolución de los antígenos'

La realización de muchos más test rápidos en localidades con elevadas tasas de contagio, anunciada también por Aguirre, no era una novedad, dado que ya venían realizándose.

Para el consejero de Salud, la "generalización" de los test de antígenos va a suponer una "revolución" en esta segunda ola al reducir a 15 minutos el tiempo de espera hasta conocer el resultado de la misma.

No obstante, Aguirre se curó en salud: el uso generalizado de test de antígenos, advirtió, va a "disparar de forma exponencial" la tasa de PCR por 100.000 habitantes: "mientras mayor sea, menor será el porcentaje de positivos".

Seis en casa, 10 en los bares

Resulta, en todo caso, llamativo que la Junta recomiende que se limiten las reuniones familiares a un número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes, pero mantenga en 10 personas el máximo de comensales en las mesas de restaurantes, bares y terrazas.

El consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, justificó la medida restrictiva en la intimidad de los hogares en que los datos actuales indican que "el 80% de los nuevos contagios" de coronavirus se producen actualmente "en el hogar y el ámbito familiar, en reuniones de amigos y familiares".

Pero ni Bendodo ni Aguirre pudieron explicar cómo monitorizará la Junta el cumplimiento de unas recomendaciones que las autoridades sanitarias aspiran a que sean “obligatorias”. En realidad, la medida tiene mucho de brindis al sol, pues tal control es por definición imposible dado que afecta al ámbito estricto de la intimidad familiar.

Economía y salud

¿Por qué entonces la medida? El titular andaluz de Salud justificó la reducción a seis del aforo máximo de las reuniones familiares como "una vuelta más de tuerca para intentar sensibilizar a la población andaluza de que el problema lo estamos teniendo en el ámbito familiar, y que hay que restringir al máximo las celebraciones y el numero de éstas en el ámbito familiar".

Aunque "no se descarta ampliar esa decisión a otros ámbitos" como el de la hostelería, por el momento no se aplicará esa restricción en dicho sector, como también se mantienen por ahora sin cambios las limitaciones ya impuestas para la celebración de eventos como bodas, primeras comuniones o bautizos.

La manga ancha de la Junta con un sector muy presente en Andalucía y que está siendo muy castigado por la pandemia parece obedecer más a razones de orden económico que de orden propiamente sanitario.

El consejero tranquilo

Aun con todo, el consejero de Salud parece sentirse tranquilo porque en esta segunda ola el volumen de asintomáticos es "muy grande", al igual que el de personas jóvenes que dan positivo en las pruebas, que son quienes al final pueden "contagiar a padres, abuelos o familiares, y ese es el problema", recoge Europa Press.

Es más: cuando se llegue a una "fase de estabilización o de bajada" de nuevos casos positivos,  avanzó Aguirre, "seremos mucho más laxos en las medidas restrictivas" adoptadas ahora.

Pese a la adopción de las medidas anunciadas este martes, Elías Bendodo volvió a presumir de que "Andalucía está resistiendo mejor que la media de las comunidades autónomas" tanto la primera como la "segunda ola" de la pandemia. "No es una opinión, son datos", enfatizó el consejero portavoz.

"No hay un pico"

La tasa de incidencia de casos positivos confirmados por PCR por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, era de 161,24 en Andalucía, según la actualización del Ministerio de Sanidad de este pasado lunes, lo que la situaba como la sexta comunidad con menor incidencia.

Además, el consejero de Salud puso de relieve que, actualmente, el número de pacientes hospitalizados por covid-19 en Andalucía es un 59% inferior al del pico de la pandemia registrado a finales de marzo --cuando se llegaron a contabilizar 2.708 personas ingresadas--, y "casi un 65%" menor la cifra de ingresados en unidades de Cuidados Intensivos (UCI) respecto a esa misma fecha.

Jesús Aguirre piensa que, en esta segunda ola, "la variable importante es el número de ocupaciones de camas que tenemos, la tensión que tenemos dentro del sistema sanitario". Al respecto, precisó que la subida en el número de hospitalizados es ahora "escalonada" en Andalucía y "mantenida", de forma que "no hay un pico como había en la primera ola".