El equipo de asesores del presidente del Gobierno va a contar de forma inmediata con nuevo nombre: el de José Antonio Rodríguez Salas, alcalde de la localidad granadina de Jun, donde ha venido siendo alcalde desde el año 2005.

Rodríguez, que ayer dimitió de su cargo como alcalde, fue uno de los apoyos de primera hora de Pedro Sánchez en la batalla interna del Partido Socialista que culminó con las primarias de 2017 en las que el presidente venció a Susana Díaz. Está previsto que la nueva alcaldesa, Aurora Suárez, hasta ahora primera teniente de alcalde, sea nombrada el sábado en un nuevo pleno.

El destino laboral de Rodríguez será el Departamento de Análisis de la Presidencia del Gobierno, adonde prevé incorporarse este mismo martes. En su cara oficial de renuncia al cargo, el ya exalcalde asegura haber sido “la persona más feliz del mundo luchando cada día por Jun”.

Redes y avales

El nuevo asesor del presidente saltó a la fama al convertir a Jun en un referente del aprovechamiento institucional de Internet y las redes sociales. En su carta de despedida, Rodríguez recordaba que Junta celebró el primer pleno municipal del planeta retransmitido por internet.

La buena fama de Rodríguez se vio, sin embargo, empañada con ocasión de su frustrada candidatura a las primarias del PSOE andaluz, en 2013. Rodríguez aseguró haber reunido con holgura los cerca de de 7.000 avales preceptivos para poder hacer efectiva la candidata, pero lo cierto es que, a la hora del recuento efectivo, los números no le salían.

A las puertas de la sede del PSOE-A, Rodríguez aseguró a los perplejos periodistas que mientras viajaba desde Granada a Sevilla para entregar los avales, se fue parando en distintas localidades para ir recogiendo nuevos apoyos. Su relato era tan extravagante que pocos le creyeron. Como tampoco lo hicieron cuando dijo que le habían faltado apenas 196 avales para llegar a los 6.860.

Su último episodio en cuestión de avales tuvo lugar cuando aseguró haber reunido los 90.000 necesarios para forzar unas primarias tras la defenestración interna de Pedro Sánchez. Sus ‘antecedentes’ en materia de recuento fueron suficientes para restar toda verosimilitud a su afirmación.