Sábado, 4.21.-Insomnio de víspera, leve ansiedad. Repaso de duermevela de Estocolmo, de Quito, de Marraquech… Para apropiarme de las ciudades que visito me levanto muy temprano y salgo a corretear por sus calles, con la fiebre del miedo a perderme. A esas horas dormidas, la posesión es absoluta, nadie me disputa las aceras, los puentes, los bulevares, intimamos pronto oliendo sus despertares.

Sábado ,7.00.- Mierda, quería reconciliarme a solas con la rutina pero otras y otros ya van por ahí con sus mallas saltarinas. Un muchacho de buen porte a trote cochinero me da los buenos días a la distancia debida o más. Casi me engollipo.

Sábado, 7.35.- Paso por barrio rico de inmensos chaleses. En las terrazas de casi todos,  banderas equisele y crespones negros para que el ángel exterminador no se equivoque en la ruta del ajuste de cuentas. Sabíamos, incluso antes del putovirus, que la intensidad del patriotismo se mide por hectáreas: su patrimonio es su patria y su patria es su patrimonio. Dos kilómetros abajo: las casuchas, el desastre. Ni un mísero crespón, ni una mísera bandera. Encima de pobres, antiespañoles. Merecido lo llevan.

Sábado, 8.15.- Con las endorfinas donde solía, me encuentro cerca de casa una mascarilla en el asfalto. Es mi primera vez de mascarilla abandonada. Me pongo profunda. Por sus basuras los conoceréis.

Sábado, 10.31.- A vueltas con el periodismo de la obviedad: la criminalidad ha descendido un ochenta por ciento desde el principio de la cuarentena. Portavoces del sector han declarado que son dos las razones: 1.- No está el negocio para arriesgarse a multas de más de 600 euros y 2.- Es un poco engorroso entrar a robar con la gente en sus casas.

Sábado, 10.48.- A la entrada y a la salida de la pandemia, tachán, el Rey Demérito y sus chollos con la pasta mora. Serie disponible en todas las plataformas. Nuevo capítulo: uno coma siete millones que añadir a la lista de ganancias. Mucho me temo que el amable índice de criminalidad no ha contabilizado la nueva adición del ex jefe del Estado.

Sábado, 15.47.- Gazpacho del primer calor y arroz con bacalao. Risas con Andrés Ollero, conocido de la casa, miembro del Constitucional, de las derechas profundas de la Granada profunda de toda la vida, que votó a favor de que los sindicalistas salieran a la calle el Primero de Mayo, anteponiendo el derecho de manifestación a la protección de la salud. Justo lo contrario de lo que vienen perjurando desde el 8 de marzo. Y va mi altocargo: ay Andresico, con la libertad, canalla, lo que de verdad te pedía el cuerpo era acabar de golpe con unos cuantos de miles de sindicalistas, suicidados en su propia pancarta. Atragantada total.

Sábado, 17.21.- Crece el morbo entre el personal más puesto en estas cosas. Hay quien asegura que en la primera rueda de prensa de la vuelta a la nueva normalidad, el portavoz de la Junta presentará ante los medios evidencias insoslayables de que el coronavirus no se originó en Wuhan (ciudad de China) sino que es una herencia del gobierno de Susana Díaz.

Sábado, 18.30.- Soy muy de Sandel y de todos los que claman por un nuevo orden moral, es decir, menos tertulianos o ninguno. El crack del 29, tan referido en estas horas de apocalípticos desastres, sorprendió a Lorca en Nueva York. Y escribió: un verdadero tumulto de dinero muerto que se precipita en el mar. Los políticos y economistas deberían darse una vuelta por la poesía.

Sábado, 19.30.- Todavía no es la vida, pero empieza a parecerse.