El presidente de la Junta de Andalucía y el PP regional no gana para sustos provenientes de su propio partido. Primer susto: el fiasco electoral de Castilla y León, donde su compañero de filas Alfonso Fernández Mañueco ha quedado en manos de Vox, obligando a Juan Manuel Moreno a posponer sus razonables planes de adelantar las elecciones autonómicas al mes de junio.

Y segundo susto: el pavoroso incendio que ayer se desencadenó en la sala de máquinas del navío Génova 13 que amenaza a las cuadernas del buque y ya ha dañado seriamente el timón, la quilla, el mástil, el puente, la arboladura… El capitán Casado está teniendo serias dificultades para sofocar un fuego del que él mismo es corresponsable junto a Isabel Díaz Ayuso.

Lo único que hasta ahora se les ha ocurrido en el palacio de San Telmo ha sido ponerse de perfil para que no les salpique la guerra de exterminio desencadenada entre la dirección nacional del PP y la presidenta de Madrid. A Juan Manuel Moreno le urge ganar tiempo hasta ver en qué paran ambos sustos: si se quedan en sustos o acaban en muerte.

La única alusión que hizo el presidente andaluz ayer sobre guerra civil en su partido fue esta: “No me importa nada, ningún ruido que no se Andalucía, nada. No me interesa nada que sea ajeno a mi tierra, todo lo demás no me importa, lo único que me importa es trabajar por Andalucía y los andaluces”.

Silbar el himno andaluz, taparse los oídos y mirar otro lado es lo que han decidido hacer Moreno y su equipo. El vicesecretario del partido, Toni Martín, abundaba en el mismo sentido que su jefe de filas: “El PP de Andalucía no puede perder el tiempo en nada que no sea cumplir el mandato ciudadano para que el cambio político siga siendo una realidad".

Con la mejor voluntad, Martín intentaba desviar la atención de los medios sobre el incendio. Fue en vano. Pocas cosas gustan más a la prensa que una buena guerra civil en un partido. Pedro Sánchez, Susana Díaz y el Partido Socialista lo saben bien.

Mientras, la oposición intenta pescar en el río revuelto de los populares. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, cree que lo que está "encima de la mesa" tras esa "lucha de egos, de poder", es el binomio "Casado-Ayuso", y "esa realidad hace que tengamos" en Andalucía "a un presidente Moreno Bonilla" que estaba "despistado mirando a ver qué pasaba en Castilla y León" --en las elecciones del pasado domingo-- "para ver qué hacía en Andalucía", que "ahora no sale del despiste mirando a ver qué escenario tiene de gobernar con Vox en Andalucía si es que tuviese los votos para ello" en las próximas autonómicas, y que "ya no sabe muy bien si es de mamá o papá, de Casado o de Ayuso", y "dónde se queda en medio de este lío" interno del PP.

Considera también Espadas que elecciones autonómicas serán "determinantes para España" en un contexto en el que el PP ha quedado "descabezado" tras el conflicto interno.

También terció en el debate la diputada de Vox en el Congreso y virtual cabeza de lista de su partido en las futuras autonómicas andaluzas, Macarena Olona: "A ver si encuentran a Juanma Moreno porque no sabemos dónde está escondido. Si le encuentran y consiguen que les conteste me lo cuentan ", ha bromeado en rueda de prensa al ser preguntada por la posibilidad de acuerdos entre el Partido Popular y Vox en diferentes instituciones.

El presidente ya parece haber descartado completamente la idea de adelantar las elecciones a junio. Tras el 13-F estaba obligado a esperar el desenlace de la investidura de Mañueco y si finalmente éste da entrada a Vox en su Gobierno. Desde ayer, también está obligado a esperar el desenlace de la cruenta guerra civil en el seno del PP.