El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, y el coordinador general del partido y su hombre de confianza, Elías Bendodo, parecen haberse repartido los papeles de 'poli bueno y poli malo' a la hora de juzgar al Gobierno de España. Así lo escenificaron ayer en un acto del PP de Málaga donde, como ya ocurriera durante la campaña electoral, ninguno de los dos mencionó al líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas.

El discurso de Moreno fue institucional, comprensivo e indulgente con el presidente Pedro Sánchez; el de Bendodo fue sarcástico, burlón y sectario. El primero proclamaba que "esto no va de hacer caer al Gobierno", mientras que segundo veía motivos sobrados para que el presidente se "haga un Boris Johnson", es decir, para que dimita.

El reparto de papeles entre ambos dirigentes malagueños se evidenció de nuevo en sus intervenciones ante el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva del PP de Málaga, la circunscripción electoral que ha sustituido a Sevilla como centro de gravedad de la política andaluza.

"Nosotros somos distintos y esto no va de poner palos en la rueda a ver si Sánchez cae antes o poner el freno para que la economía no vaya bien, pero si este Gobierno se empeña en no hacer reformas, en no escuchar las propuestas que le damos y en seguir esa senda, las consecuencias en términos económicos y sociales serán malas para España y Andalucía", dijo Moreno sin salirse de los cauces institucionales, aunque apresurándose a señalar a Pedro Sánchez como el auténtico responsable de poner palos en la rueda de España.

Al contrario que Sánchez, Moreno, que definió al PP como "el partido del pueblo", dijo que él sí trabaja "todos los días para que España vaya bien, gobierne quien gobierne en la Moncloa; yo nunca me alegraré con que España vaya mal, al contrario. Tenemos –añadió– la ventaja de cuatro años de seguridad por delante, para planificar, organizar e impulsar políticas que palíen los errores que se puedan cometer en el Gobierno de España".

Por su parte, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, consideró que Sánchez "tiene los mismos argumentos para hacerse un Boris Johnson", en referencia al primer ministro de Reino Unido que ha anunciado este jueves su dimisión; apuntando que tiene "incluso más motivos" Sánchez que Johnson y que esto "no es una mala recomendación".

Si Moreno procuraba salvaguardar ese perfil institucional que tantos réditos electorales le ha procurado, Elías Bendodo afianzaba el suyo de martillo pilón del Gobierno de izquierdas, con alusiones sarcásticas al ruido interno dentro del Ejecutivo: "Te puedes defender en la trinchera del fuego contrario, pero del fuego amigo no sales vivo, y eso le está pasando a Sánchez, que no se puede defender de los suyos propios".

En contraste con el presidente en funciones de la Junta, Bendodo se explayó en sus reproches a Sánchez: "Tenemos un presidente del Gobierno que no está gobernando, está resistiendo; dedica el 50% del tiempo a resistir y el otro 50% a combatir su oposición interna que le hace Podemos, y así es imposible gobernar, es imposible que te preocupes del problema de los españoles".

Obviando el hecho de que la inflación en la zona euro alcanzó en junio fue el 8,6% y que de los 20 países europeos que han ofrecido la cifra, nueve tienen un IPC superior al 10%, Bendodo sentenció que "cuando uno vuelca todo su esfuerzo en resistir y no en gobernar el resultado es un 10% de inflación", considerando que "alguna parte" sí es culpa de Putin "como ha dicho Sánchez", pero "no toda, porque en febrero no había guerra y la inflación estaba en el 7,6%; lo fácil es echar la culpa a la guerra y no asumir responsabilidades".

El número tres de Génova reiteró también un acusación ya esgrimida por su jefe de filas Alberto Núñez Feijóo y que, a buen seguro, va a formar parte del argumentario oficial del Partido Popular a partir de ahora: "La respuesta del PSOE ante esta situación de incipiente crisis está siendo la misma que ante la anterior: negar la realidad".

Aludía Bendodo al entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. "Cuando todo el mundo veía al lobo venir, los brotes verdes solo los veía Zapatero; ponerse una venda en los ojos y seguir adelante como un sonámbulo, esto pasó en España y pagamos las consecuencias y está pasando ahora otra vez", dijo Bendodo, falseando lo sucedido en 2009, cuando organismos internacionales como el FMI o la OCDE compartían el diagnóstico de la Moncloa. En la primavera de aquel año, el presidente de la primera entidad, Dominique Strauss Kahn, habló explícitamente de "brotes verdes" y el secretario general de la segunda, Ángel Gurría, mencionó "retoños y destellos de esperanza".