El Partido Popular de Andalucía vuelve a estar sacudido por un presunto caso de malversación de fondos, tráfico de influencias y acoso y/o abuso sexual. Al menos, así lo estipula la denuncia presentada por el PSOE ante Fiscalía del Tribunal Supremo contra el alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce. Unos hechos que son altamente conocidos en los alrededores de Algeciras y que han sobrevolado en reiteradas ocasiones en los digitales y periódicos durante los últimos años. No obstante, el líder popular andaluz y presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, reconoció “no saber nada” sobre unos hechos de los que se acababa de enterar por “un teletipo”.

Al presidente de la Junta de Andalucía todo el escándalo sobre Landaluce le pilló de hecho en Bruselas, donde se trasladó para participar en el Pleno del Comité de Regiones que se celebraba en la capital belga. Aquí, Moreno esgrimió que acababa de “verlo en un teletipo” y “no tengo más información que el titular del teletipo que he visto y me acaba de comentar mi compañero de comunicación”. Un caso que, como mínimo, salta a la prensa en octubre de 2024, cuando el agitador ultra Alvise Pérez publica en su canal de Telegram los chats que ahora están en posesión de Fiscalía. En estos chats, tres mujeres del PP de Algeciras comparten confesiones sobre presuntos comportamientos de abuso y/o agresión sexual por parte del alcalde y senador del PP, Landaluce. Posteriormente, Alvise borró esos chats, que presuntamente salieron de una de las implicadas desde el comienzo en toda la trama, la exconcejala popular en el Ayuntamiento de Algeciras, Laura Ruiz.

No obstante, el presidente de la Junta de Andalucía aduce “no tener” más información que la del “titular del teletipo” y que no puede valorar la información porque “no tengo conocimiento del mismo”.

Cribados y Almería

El mismo argumento que Moreno Bonilla ha dado a este escándalo lo ofreció cuando saltaron a la luz tanto el caso de los cribados de cáncer de mama como el caso Almería, que investiga presuntas mordidas millonarias y comisiones en contratos de obras públicas en la Diputación de Almería y que afecta a altos cargos del PP. Una respuesta que deja en duda al presidente de la Junta de Andalucía y del PP-A, máximo responsable de la institución y organización, afectadas por ambos casos.

Respecto a la crisis del cribado de cáncer de mama, una crisis que ha asolado al Gobierno andaluz desde finales de septiembre hasta mediados de noviembre y hasta que el Gobierno ha actuado, aunque aún continúa una ‘refriega’ con la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Andalucía, (Amama). Aquí, Moreno Bonilla tardó varios días en reaccionar. En primer lugar, fue su exconsejera de Salud, Rocío Hernández, quien trató de calmar las aguas de lo que parecía una pequeña crisis en aquel momento. De este modo, Hernández aseguró que se trataban tan solo de “tres o cuatro casos” para, al día siguiente, acusar a las mujeres denunciantes de “manipuladoras” y “alarmistas”. El tiempo no solo le dio la razón a Amama sino que se cobró la ‘cabeza política’ de Hernández.

Moreno Bonilla permaneció en silencio hasta que la gestión comunicativa y gubernamental de la crisis era insostenible. Entonces, sus palabras tan solo sirvieron de gasolina a una mecha que apenas comenzaba a arder. En primer lugar, volvió a asegurar haberse “enterado por la prensa” de lo que estaba ocurriendo, pese a que las mujeres aseguran haberse reunido con los tres consejeros de Salud de Moreno: Aguirre, Catalina García y Hernández. Así, posteriormente, Moreno sacó a relucir la famosa “ansiedad”, advirtiendo que si no se había avisado a las pacientes fue para “no generarles ansiedad”, según citaba de un supuesto protocolo del que sí sabía, y que casualmente acabó siendo un bulo.

Del mismo modo reaccionó el presidente cuando la UCO detuvo al expresidente y exvicepresidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García y Fernando Giménez, respectivamente, por la trama del caso Mascarillas, entre otros detenidos. Moreno aseguró “no saber nada” de estas detenciones. Otra vez, y el mismo modus operandi. El presidente andaluz explicó que se había enterado por los teletipos difundidos por las agencias de comunicación y que desconoce “cuál es la causa, la instrucción y qué ha motivado esa situación”.

De nuevo sorprende que el líder de la Junta y del PP andaluz no sepa nada de lo que estaba ocurriendo en Almería, cuando ya había habido detenciones en este caso previamente, se había creado una Comisión de investigación en la Diputación de Almería, otra Comisión en el Congreso de los Diputados y, tal y como se encargaron de recordarle al presidente la oposición en la sesión de control posterior, llevan desde 2021 preguntando al presidente qué sabe sobre lo que estaba cociéndose en Almería y cuándo pensaba actuar.

Tres escándalos de gran envergadura que hacen tambalear al PP de Moreno en Andalucía, poniendo en peligro la estable mayoría absoluta del líder popular y ante las que, sorpresivamente, Moreno Bonilla “no sabía nada”.

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