Ayer se celebró, con toda pompa y protocolo, el aniversario del 28-F, nada extraño, pues es lo que se merece ese gran festivo regional que es el Día de Andalucía. En el discurso institucional del Presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla en el acto de entrega de medallas (por cierto, por primera vez ninguna para la provincia de Jaén) hizo alusiones de autosatisfacción y se vanaglorió de la gestión de su Gobierno. Reivindicó el “liderazgo” de Andalucía e incidió en que Andalucía “es también digitalización, tierra de la industria aeroespacial, la del centro europeo de ciberseguridad de Google, la de la apuesta científica y tecnológica y la que es puntera en energías renovables”. En otro punto de su discurso dijo que Andalucía alcanza hoy récords que antes eran impensables en distintas materias, debido, entre otras razones, a las bajadas de impuestos “¡Cómo no vamos a estar orgullosos de lo que estamos haciendo¡”, subrayó Moreno de manera ufana.

“Lo que la verdad esconde”

Un discurso en exceso triunfalista y optimista, pero que no aludió a realidades que empiezan a ser sangrantes en esta comunidad y a las que Moreno Bonilla, obviamente, no aludió. Parafraseando el título de la película dirigida por Robert Zemeckis con Harrison Ford y Michelle Pfeiffer, fue, de alguna forma, lo que “Lo que el 28 F esconde”. Y es que dos días antes del 28 de Febrero, se hacían públicos unos escalofriantes datos que tiran por el suelo los mensajes de liderazgo y desarrollo económico que Moreno Bonilla esgrimió en su discurso institucional.

La comunidad con más población en riesgo de pobreza o exclusión social… y creciendo

Se trata, según la Encuesta de Condiciones de Vida difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de que Andalucía es la comunidad con más población en riesgo de pobreza o exclusión social, con un 37,5 % de tasa AROPE -que aúna ambos indicadores-, 11 puntos más del total nacional del 26,5 % y por delante de otras regiones como Canarias (33,8 %) y Extremadura (32,8 %). Siendo grave este dato, lo es más si se tiene en cuenta que va en ascenso, ya que esta tasa creció 1,7 puntos en 2023 en Andalucía respecto al año anterior y, en años anteriores, ya con el PP en el Gobierno de la Junta, siguió creciendo.

De esta manera, Andalucía se situó solo por detrás de Ceuta entre las comunidades autónomas con un indicador Arope más elevado en 2023. El riesgo de pobreza afecta en Andalucía al 30,5 % de la población, la carencia material y social severa al 12,6 % y la baja intensidad en el empleo al 12,1 %.

Sin vacaciones ni afrontar gastos imprevistos ni llegar a fin de mes

Como dato que ilustra este estudio, se refleja que un 43,9 % de los andaluces no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, y que un 46,5 % no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. A ello hay que unir que un 15,6 % de los andaluces está experimentando retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos, y un 13,6 % de los andaluces tiene “mucha dificultad” para llegar a fin de mes o la imposibilidad económica de sectores de población andaluza para poder comer carne, pollo o pescado cada dos días; o mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Con estos datos, el escenario idealizado del supuesto “liderazgo” andaluz, se cae por sí solo y hace trizas el discurso exitoso de Moreno Bonilla. Discurso muy bonito el de ayer de Moreno Bonilla, pero que podríamos titular como “Lo que el 28 F escondió”.

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