La natalidad sigue bajando y hay menos alumnados en las aulas de infantil y primaria. Es un fenómeno generalizado. Sin embargo, la Junta de Andalucía acaba de publicar los datos del curso escolar. Según la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional Andalucía protagonizó un crecimiento neto de 41 aulas cuando hay casi 19.000 alumnos menos en centros públicos. No obstante, desde que Moreno Bonilla está en el Gobierno andaluz, hay prácticamente dos mil aulas menos en la educación pública.

Casi 20 mil alumnos menos, pero 41 aulas más.  Los datos que ofrece la Junta son una realidad, en total hay 55.202 aulas entre Infantil, Primaria, Bachillerato, Formación Profesional y la Educación Especial, frente a las 55.161 del curso pasado. Pero entonces, ¿por qué hay malestar en el tejido educativo y se sigue demandando la bajada de ratio?

La cuestión está en la letra pequeña que esconden esas macrocifras. Los datos de la Junta “no son mentira, pero enmascaran la realidad”, alertan desde el sindicato Ustea, que viene monitorizando el BOJA con las órdenes de modificación de centros públicos de infantil y primaria. Hay más aulas, pero no en la educación pública. El crecimiento se da en la FP y en la educación concertada.

“Ellos dicen que crean aulas, pero con los datos en la mano, hay un recorte masivo en la educación de infantil y primaria”, explica la responsable de acción sindical de USTEA, Carmen Yuste. Según los recuentos sindicales desde los centros públicos hay 486 unidades escolares menos que el curso pasado en Infantil y Primaria. Y desde la llegada a la Junta del PP, el descenso en los centros públicos es de 1.943 clases.

No sorprende la disparidad del relato de los hechos de la Junta con la del BOJA y los sindicatos. De nuevo, como lo vienen haciendo a principios de curso, los sindicatos denuncian la política de “ocultación” de datos y “tergiversación y manipulación” en la educación desde que gobierno Moreno Bonilla. Yuste valora esta práctica como una “práctica deliberada por mermar la pública y favorecer la privada-conertada”.

Dime de qué presumes y te diré de qué careces

El gobierno de Moreno Bonilla presume de crear aulas, pero el tejido educativo revela que hay prácticamente dos mil menos desde que el PP gobierna en la red pública. Cuando este medio demanda los datos específicos de la evolución de las líneas educativas en infantil, primaria o FP, la Consejería no ofrece esa información, solo el global.

Por lo tanto, las cifras de la realidad en Infantil o Primaria nos remite al monitoreo de Ustea. La educación pública decrece desde que gobiernan los populares. El “crecimiento general” de la educación tiene que ver con el boom de la FP y de la educación concertada. “La Junta, con los datos de FP ocultan un recorte masivo”, detalla Yuste.

Los sindicatos denuncian cada inicio de curso la necesidad de reducir las ratios de alumnos, cuya evolución ha mejorado en Andalucía desde que gobierna el PP, pero no al ritmo que permite el descenso de natalidad, lamentan varios docentes consultados. “Es que no van a admitir lo que hacen con el tejido de educación público, niegan que supriman aulas, pero en infantil y primaria el descenso es brutal”, sintetiza Ustea.

Educación concertada y FP, apuesta segura

La Junta sí detalla que disminuyó considerablemente el alumnado que se queda sin plaza en la FP gracias a la creación de más de 47.000 nuevas plazas en FP en el último lustro, 7.000 de ellas en el presente curso. Con el PP, el alumnado que apuesta por FP creció un 27%. Sin embargo, sin más datos específicos de la Consejería sobre la evolución de las aulas y equipamientos para la educación concertada o FP, toca echar mano de otras fuentes.

Dentro del crecimiento en la FP, también hay desnivel hacia la privada. Desde CGT revelaron el curso pasado que la FP privada viene creciendo al triple de velocidad que la oferta de los centros públicos. La apuesta de la Junta por la FP privada “es clara”, poniendo el foco en el cierre de unidades de Bachillerato públicas mientras crecen los ciclos formativos de FP privados.

Respecto a la concertada, desde el principal sindicato del ramo, FEUSO-Andalucía, confirman que hay una estabilidad en las líneas. La educación concertada-privada no padece la sangría de unidades escolares que viven los centros públicos. Las concertadas y las privadas –en su mayoría escuelas católicas– cuentan con subvención pública para un sexenio. Es decir, los centros concertados o privados solicitan presupuesto y líneas educativas para los próximos seis años. No son evaluados curso a curso, como sí lo son los públicos. Esto permite una estructura docente más fiable.

Sin embargo, desde FEUSO señalan que también padecen numerosas carencias. “Si la Junta quiere la educación funcione, también tiene que prestigiar la labor de los docentes”, revelan desde el principal sindicato de la concertada. Los docentes de la concertada andaluza son, junto a gallegos y manchegos, los únicos que no perciben pagas por la antigüedad o sexenios, lo que supone un “agravio con otras comunidades”.

Desde la oposición, el PSOE-A destaca que no apostar por la educación pública está teniendo efectos negativos en la igualdad social, lo que constata el último informe PISA. Los datos revelan que Andalucía es la penúltima comunidad autónoma de España en materia educativa, sólo por encima de Canarias. Además, en evolución, Andalucía ha perdido 10 puntos en matemáticas y cinco en comprensión lectora.

Los socialistas hablan de “resultados nefastos”, poniendo el foco en la falta de inversión de Moreno Bonilla en educación pública.

Sorprenden las demandas de la concertada, ya que desde la Junta presumen precisamente de invertir en ella, la consejera de Educación presumió en el Parlamento de inversión en los conciertos privados que, por primera vez en la historia, superan los mil millones de euros en el plan de presupuestos para 2024. Por ahora, esto implica receso de la educación pública.