Lo sucedido en mayo en un pueblo de la comarca del Aljarafe sevillano se ha convertido en el primer dolor de cabeza de los socialistas andaluces en puertas de la campaña electoral para la cita con las urnas del 10 de noviembre.

Miembros del Gobierno andaluz y dirigentes de Ciudadanos y el PP, incluyendo al presidente nacional de este último partido, se han lanzado hoy en tromba contra el PSOE poniendo Huévar del Aljarafe (2.944 habitantes) como paradigma de una conducta política que habría sido lo bastante generalizada como para poner bajo sospecha los éxitos electorales del PSOE durante más de 30 años.

"Como en tantos otros pueblos, el PSOE ha estado comprando votos con impuestos", ha llegado a decir Pablo Casado. Para el consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, lo de Huévar es “una falta de vergüenza y a ver si no hay más, es una de las muchísimas telas de araña que socialismo tejió en Andalucía durante 37 años, consistente en que yo coloco a tu hijo pero tu familia entera me tiene que votar”. El PSOE ha anunciado una querella contra el consejero andaluz.

Material inflamable

El material altamente inflamable encontrado en los despachos municipales por la nueva alcaldesa del PP, María Eugenia Moreno, revelaría prácticas descarnadamente clientelares del anterior gobierno socialista. Según la información publicada con todo detalle por el diario ABC de Sevilla, el PSOE había elaborado un censo de vecinos a los que le habría ofrecido trabajo a cambio de votar al partido en las municipales de mayo pasado.

La documentación, que incluye notas manuscritas de un concejal socialista con indicaciones de cómo llevar a cabo la captación de voluntades, estaba en cajas que Moreno se encontró al llegar a la Alcaldía y que, según su versión, a los socialistas no les habría dado tiempo de destruir. Según el diario sevillano, el supuestamente denominado ‘Plan 1.000’ habría consistido en lograr “los mil votos necesarios para la mayoría absoluta”.

Solo 16 votos separaron al PP del PSOE el 26 de mayo. El resultado de Huévar fue este: 704 vecinos votaron al PP (5 concejales), 688 al PSOE (otros 5 concejales) y 220 a Adelante Andalucía (2 concejales), que decidió hacer alcaldesa a la candidata conservadora.

La alcaldesa, que conoció en mayo la existencia del material comprometedor difundido ahora en plena precampaña, ha anunciado que entregará la documentación a la Fiscalía para que investigue si hubo delito.

Acusaciones de trazo grueso

La sesión de control al presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha estado salpicada de acusaciones de corrupción de grueso calibre por parte de populares y naranjas, para quienes Huévar sería la prueba de cómo ha conseguido el PSOE mantenerse tantos años en el poder en Andalucía.

Aprovechando su pregunta al presidente, el portavoz popular José Antonio Nieto tiraba por elevación: “Huévar demuestra que la fortaleza del PSOE en Andalucía tenía la causa que tenía, así que a lo mejor tenemos que comprobar qué ha pasado en otros muchos municipios”.

No menos contundente se mostrada el consejero Elías Bendodo, según el cual "el PSOE de Andalucía se ha doctorado en contratación de personal en Huévar montando una agencia de colocación".

Hasta el portavoz de Ciudadanos Sergio Romero, que últimamente suele adelantar al PP por la derecha en sus feroces ataques a quienes fueron sus socios en la pasada legislatura, terció en la polémica aludiendo también a la “compra de votos” y a los casos de corrupción socialista que los tribunales vienen investigando.

Llueve sobre mojado

Conscientes de que, más allá de que se trate de una pequeña localidad, la acusación de clientelismo llueve sobre mojado, los socialistas reaccionaron con indignación entreverada tal vez de una cierta impotencia.

La líder del PSOE Susana Díaz dijo que no consentiría que se atacara “el honor y la honestidad” de su partido y el número dos socialista Juan Cornejo, visiblemente enfadado, anunció que va a querellarse con Bendodo por sus “mentiras”. En Huévar, proclamó el dirigente socialista, “no hay absolutamente nada”.