Siguen sucediéndose las campañas de denuncias contra la gestión que la Junta de Andalucía, encabezada por Moreno Bonilla, está llevando a cabo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Las extensas listas de espera sumadas a la limitación de recursos en los centros, así como la sobrecarga de trabajo que viven los profesionales sanitarios y la eliminación de especialidades en muchos hospitales de Alta Resolución, han provocado en los últimos años un gran descontento en la ciudadanía de esta comunidad autónoma que se ha evidenciado en múltiples manifestaciones que han llamado a solucionar de manera inmediata este problema. Una serie de circunstancias que ya venía generando un importante clima de tensión, el cual, si ya era grande, ha experimentado una escalada notable debido al escándalo de los cribados del cáncer de mama.
Entre las distintas acciones ciudadanas y políticas que se están llevando a cabo para llamar a la Junta de Andalucía a poner fin a esta situación de forma inmediata, pidiendo actuar sobre el sistema público y no seguir propiciando una derivación a las clínicas privadas, en algunas ciudades de la comunidad autónoma están apareciendo unas vallas que contienen carteles sin autoría y en las que se carga contra la gestión del equipo de Moreno Bonilla en esta rama. En los carteles que han sido colocados, por ejemplo, en localidades jienenses como Úbeda, Linares, Andújar o Jaén, se puede leer el siguiente mensaje: "Sanidad. No está en su agenda". Una proclama que lanzan haciendo también un cambio en el logo del Gobierno de esta región española y cuyo nombre varían a "Injusta de Andalucía".
Cuatro consejeros de Sanidad desde que gobierna Moreno Bonilla
El escándalo que ha provocado conocer los fallos en el sistema en los cribados del cáncer de mama ha sido uno de los momentos que mayor protesta ciudadana han provocado en los últimos años en Andalucía. Más de 2.000 mujeres afectadas que no habían conocido por más de un año, o incluso siguen todavía sin conocer, los resultados de sus pruebas diagnósticas en relación a esta enfermedad, pudiendo estar avanzando en sus cuerpos en este tiempo en el que no ha sido tratada.
El caos que se dio generó una situación de temor en la comunidad autónoma, pues muchos estaban asustados de si esta situación podría estar dándose en los análisis realizados para otro tipo de afecciones, como podría ser, por ejemplo, el cáncer de colon. Numerosas fueron las manifestaciones que se llevaron a cabo en las calles contra el Gobierno andaluz, en las que se pedían la dimisión de Moreno Bonilla por el camino que ha venido siguiendo el sistema sanitario público en los últimos años.
Desde la llegada del actual presidente de la Junta de Andalucía, han sido cuatro los consejeros sanitarios que ha habido. Catalina García sustituyó a Jesús Aguirre, posteriormente fue destituida por el aumento exponencial a las listas de espera y llegó al cargo Rocío Hernández. Las protestas ciudadanas por los cribados del cáncer de mama no propiciaron la dimisión de Moreno Bonilla, pero sí la de Hernández y, ahora, es Antonio Sanz, mano derecha del presidente andaluz y uno de sus principales escudos, el que ha pasado a gestionar este área mientras sigue liderando la Consejería de Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa.
Un nuevo responsable al que se harán numerosas preguntas sobre qué acciones se están llevando a cabo para solucionar la situación por la que pasa el Servicio Andaluz de Salud.
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