Tiene ahora 60 años y asegura su nacimiento fue fruto de las relaciones entre el señorito de una casa señorial de Sevilla y una de las jóvenes que trabajaban en el servicio doméstico. Reclama una herencia de más de dos millones de euros que su padre, que murió soltero, donó a una institución religiosa.

El demandante nació fuera del matrimonio, pero, contrariamente a lo que sucedía durante el franquismo, sus derechos hereditarios están garantizados por la entrada en vigor de la Constitución y la consecuente reforma del Código Civil: "No se puede discriminar, a efectos hereditarios, a los hijos, según se hayan concebido o no fuera del matrimonio", recordaba ayer su abogado, Fernando Osuna, que ha pedido la exhumación del cadáver del supuesto padre del heredero, muerto en 1990, para determinar si el ADN de los restos coincide con el del supuesto hijo.

El caso de 'El Cordobés'

Un juzgado de Sevilla ha atendido las razones del representado de Osuna ordenando la exhumación para esclarecer la paternidad de un supuesto hijo. La orden religiosa, cuya identidad tampoco no ha sido revelada, tendría que devolver el dinero.

No es el primer caso de este tipo que lleva el bufete Osuna. Uno de sus éxitos recientes más sonoros fue el reconocimiento, en abril de este año, por el ex torero Manuel Benítez ‘El Cordobés’ de la paternidad de Manuel Díaz, también matador de toros, fruto de una relación extramatrimonial de su padre con María Dolores Díaz, camarera de profesión. También entonces fue determinante una prueba de ADN, realizada en el hospital universitario Reina Sofía de Córdoba, imposible de refutar por el padre.

Señores y criadas

Según informaba ayer en un comunicado el bufete de Osuna, el nacimiento del reclamante se produjo fruto de las relaciones íntimas extramatrimoniales mantenidas por el hombre con su madre, pero la abismal diferencia de clases entre los novios “hizo que la relación se rompiera inmediatamente tras conocerse el embarazo de la mujer, lo que supuso que el entonces menor tuviera una infancia llena de carencias económicas y afectivas por parte de su padre". 

Sin embargo, a partir de los 15 años su padre biológico le ayudó económicamente, pero no le dejó nada en sus testamentos, ya que "en aquél entonces estaba muy mal visto que hubiera hijos de personas no casadas". No obstante, el 'aquel entonces' al que alude el abogado es en realidad 1990, fecha de la muerte del padre, doce años después de aprobada la Constitución y cuando ya la mentalidad española sobre estos asuntos había cambiado mucho.

El juez ha pedido la exhumación del cadáver, para la que se desconoce la fecha, y que después se tomen muestras de él y se envíen al Instituto Anatómico-forense para determinar la paternidad que se debate en el litigio.

El marido de la Duquesa Roja

Otro caso en manos de Osuna que tiene muchas similitudes con el de Sevilla es el de Rosario Bermudo, de 65 años y natural de Écija (Sevilla), que asegura que es la primogénita de José Leoncio González de Gregorio y Martí, un aristócrata madrileño que se casó en 1956 con la duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, conocida como la Duquesa Roja, y con la que tuvo tres hijos.

Su madre, Rosario Muñoz, trabajó como sirvienta en la finca que la aristocrática familia tenía en Badajoz y allí habrían tenido lugar las relaciones de las que nació su hija. También en este caso Osuna logró que en 2015 un juez autorizara la exhumación de González de Gregorio, fallecido en 2008, pero la decisión judicial no prosperó. 

Por ello, en junio pasado Rosario volvió a presentar una demanda en los juzgados de Madrid para pedir que se exhumaran los restos del marido de la duquesa, que iban a ser exhumados el pasado 21 de abril en Quintana Redonda (Soria) por orden de un juez, pero una de las hijas de la duquesa logró paralizar la exhumación al ofrecerse para hacer la prueba de ADN junto con la demandante.