Nuevo lío del Gobierno central con Andalucía, esta vez de la mano de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, que este martes en la sesión de control decía que el problema "más importante" que conlleva la subasta de medicamentos andaluza, avalada por el Tribunal Constitucional frente al recurso del Gobierno, es el desabastecimiento y que "convierte a los andaluces en pacientes de segunda".

El Gobierno andaluz viene defendiendo el sistema porque todos los fármacos dispensados están homologados por la Agencia Nacional de Medicamento y las subastas han permitido ahorrar hasta ahora más de 400 millones de eruos. 

En opinión de Montserrat, el método elegido por la Junta para la selección pública de medicamentos afecta a los pacientes porque "reduce la calidad de la prestación farmacéutica, dificulta la adherencia a los tratamientos y genera inequidades en el Sistema Nacional de Salud".

Las declaraciones de la ministra han indignado al Gobierno andaluz. Este miércoles, una enfadada presidenta de la Junta le replicaba que "los ciudadanos de segunda son aquellos a los que su Gobierno echó de la sanidad pública" y consideraba las declaraciones de la ministra "insensatas, fuera de lugar, faltas de todo rigor" e "impropias de alguien que es ministra del Gobierno de la nación". Y remataba: "No sé si se deben a falta de rigor, falta de información, o a negligencia de alguien que tendría que ser escrupulosa en esas declaraciones".

En defensa de las farmacéuticas

Susana Díaz no se quedaba ahí y deslizaba, no sin malicia, que "en algún momento nos enteraremos" de la razón por la cual la ministra hace "esta defensa tan beligerante de las cuentas de resultados de las grandes industrias farmacéuticas, de por qué sale en defensa de esa manera tan virulenta de las grandes industrias, y quierae que paguemos más por las medicinas de nuestro país".

Ayer, el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, criticaba también a la ministra: "Se comporta como la indigna heredera de Ana Mato y se une a la larga lista de miembros del Gobierno de Mariano Rajoy y de dirigentes del PP que menosprecian e insultan sin pudor alguno a Andalucía y a los andaluces a base de mentiras, esta vez con su mirada retorcida sobre la selección pública de medicamentos en nuestra comunidad".

Los argumentos del Gobierno

La nueva titular de Sanidad mantuvo en el Congreso que "por mucho que se empecine" el PSOE andaluz y la Junta en "lo contrario", "las subastas no suponen avance para los pacientes, que son privados de tratamientos prescritos y que pasan a formar parte de nuevas listas de espera, por el desabastecimiento; y tampoco suponen tal avance ni para las oficinas de farmacia ni para la industria".

Montserrat, tras señalar que "no es problema jurídico sino de equidad en el acceso a los medicamentos", recordaba que "ningún país de la UE aplica subastas"; mientras que, cuando Dinamarca y Holanda lo hicieron, en 2008, "los desabastecimientos fueron tan amplios que ambos gobiernos descartaron modelo".

Los argumentos del PSOE

En cambio, el portavoz socialista, José Martínez Olmos, decía que la sentencia del Tribunal Constitucional que avala la subasta andaluza debe "cerrar una etapa oscura de la política farmacéutica en España desarrollada por el Gobierno del PP".

Martínez Olmos recordaba que con la subasta de medicamentos, Andalucía ha conseguido ahorrar más de 400 millones de euros que han permitido a los andaluces afrontar el coste y poder disponer de nuevos servicios como es el caso de las nuevas terapias frente a la hepatitis C, la apertura de nuevos centros o el mantenimiento de servicios en el medio rural y ha acusado de "injerencia" al Gobierno del PP, en alusión a las "amenazas" de la exministra Ana Mato a los laboratorios que acudieran a la subasta.