Esta vez el presunto delito no ha prescrito. Dos años de prisión es la petición de pena formulada por la Fiscalía para el cofrade y psiquiatra de la alta sociedad sevillana Javier Criado como presunto autor de un delito contra la integridad moral por el trato que dio a una de sus pacientes en el año 2015.
Como se sabe, a finales de 2016 la Audiencia de Sevilla confirmaba la decisión de la juez instructora de archivar una serie de denuncias por haber prescrito la posible responsabilidad penal de Criado en relación a ocho de los nueve delitos por los que fue denunciado por un grupo de mujeres. La única denuncia que seguía viva judicialmente es ésta por la que ahora la Fiscalía solicita dos años de prisión.
El Ministerio Público también reclama 6.000 euros en concepto de indemnización y una orden de alejamiento con la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante tres años. La defensa de Criado pidió el archivo de la causa.
El dolor no prescribe
Pese a su derrota judicial, las víctimas nunca se dieron por vencidas. En mayo pasado y con la presencia de la actriz Aitana Sánchez-Gijón, la Asociación Veritas, formada por la treintena de mujeres que denunciaron por abusos sexuales a Criado, presentó en Sevilla una iniciativa para reclamar un cambio en el Código Penal que evite que los delitos sexuales prescriban a los cinco años. Fue precisamente ese breve plazo de prescripción lo que impidió el procesamiento del médico y cofrade sevillano.
En su día, las mujeres que promueven la campaña, cuyo lema era #Eldolornoprescribe, llevaron su caso al Colegio de Médicos Sevilla acusando a Criado de abusos sexuales y mala praxis profesional, mientras que ocho de ellas lo denunciaron ante la justicia por distintos delitos: intrusismo profesional, omisión del deber de socorro, contra la integridad moral, abuso sexual e inducción al suicidio.
La campaña promovida por Veritas lo tenía claro: “Este tipo de delitos no deben prescribir, como sucede con los de terrorismo o genocidio, porque afectan a los derechos humanos de las personas".
“Falsos de toda falsedad”
Fue en diciembre de 2015 cuando 25 de las 32 presuntas víctimas ratificaron en el Colegio de Médicos de Sevilla los testimonios que habían presentado en los meses anteriores ante esta institución acusando al psiquiatra de haber incurrido en mala praxis profesional y de haberlas sometido a "tocamientos impúdicos" y relaciones sexuales "no consentidas" en su consulta "y en su propia casa".
Unos meses antes, en el verano de 2015, días después de estallar el caso, Criado difundía un comunicado considerando los hechos "falsos de toda falsedad" y asegurando que algunos de ellos "ya fueron denunciados hace más de 10 años e investigados en sede judicial penal, finalizando con el sobreseimiento de la causa”.
La dimisión
Uno de los puntos de inflexión del caso tenía lugar a principios de septiembre de 2015, con la renuncia de Criado a su cargo de hermano mayor de la Hermandad de Pasión. Aun así, la cofradía sevillana no había llegado hasta ese momento a pronunciarse públicamente sobre la denuncia colectiva, y ello a pesar de que dicha denuncia perjudicó gravemente el buen nombre de la hermandad.
El propio Arzobispado de Sevilla se mostró en un principio poco receptivo con la petición de las víctimas de que la Iglesia tomara partido frente al hermano mayor de Pasión. Las mujeres también llegaron a trasladar sus denuncias al Vaticano.