Nadie dudó en Málaga que cuando el concejal y diputado provincial de Ciudadanos, Juan Cassá, dio la espantada y se fue del partido dejando en minoría al PP en el Ayuntamiento de Málaga y con riesgo de moción de censura en el sexto Ayuntamiento de España, el precio del kilo de político tránsfuga cotizaba al alza.

El asturiano Juan Cassá con ese paso entraba en el “mercado de valores” político  con flecha ascendente porque de él dependía el futuro de la alcaldía más importante que le queda al PP, a excepción de Madrid.

Tras un tiempo de silencio, casi escondido, de oyente y de personales análisis “com-partidos”, una  última reunión, una “propuesta-oferta” rocambolesca y generosa le abrió los ojos y le indicó el camino de su futuro. "Marchemos francamente, y yo el primero (y mi asesor también), por la senda de los dos sueldos de Diputación y Ayuntamiento", vino a decir imitando al perverso absolutista Fernando VII.

El remunerado lujazo de ser portavoz sin tener que hablar

PP en Málaga le hizo una propuesta increíble pero cierta que Cassá aceptó: lo nombró portavoz del equipo de Gobierno de la Diputación (PP-Cs sin hablarse con su ex partido) con casi 75.000 euros de sueldo. A la suculenta propuesta el PP le añadieron la bufanda de casi 25.000 euros (17.000 en comisiones y plenos extraordinarios más 5.500 en plenos ordinarios) por ser edil no adscrito del Ayuntamiento de Málaga, sin delegaciones, sin presentar mociones y si, es necesario, sin hablar, solo por votar. Enorme ejercicio y bien remunerado el de levantar la mano en el Ayuntamiento y permanecer silente como portavoz de la Diputación. En este último cargo no se ha estrenado ni se le espera.

El cabreo de Arrimadas

En sí mismo este cuadro macroeconómico es escandaloso pero hay jornadas, como las de ayer, que ruborizarían a cualquier malagueño honesto que ve asombrado como se evaden sus impuestos en estas “mamandurrias” malacitanas de ingeniería presupuestaria de dinero público diseñado por el PP desde un despacho en Sevilla, con el silencio cómplice del Vicepresidente, Juan Marín (Cs) y el cabreo monumental de Inés Arrimadas.

Elías Bendodo y el concejal tránsfuga de Ciudadanos, Juan Cassá.

500 euros por hora

Ayer martes Cassá acudió a un pleno extraordinario con una duración de tres minutos. Por esos 180 segundos el asturiano se llevó a su casa 250 euros. Antes estuvo en una comisión de apenas una hora. Eso le aportó  otros 250 euros. Total 500 euros en poco más de una hora sin tener que presentar mociones ni hacer defensas de nada. Solo por decir sí a lo que el PP propone.

Esta bochornosa labor política es rentable en lo económico para el no adscrito y, en lo político, para el PP que ve garantizado que su alcalde, Francisco de la Torre podrá cumplir sus 80 años sentado en sillón de regidor.

El noviembre pre navideño también será un mes venturoso y próspero para el “no adscrito casi trásfuga". Durante el próximo mes asistirá -seguro que no faltará- a cuatro comisiones y al pleno ordinario de cada mes -1.500 euros- más otro pleno extraordinario el 3 de noviembre con otros 250 euros para la mochila no austriaca sino asturiana.

Le ponen un despacho en el centro de Málaga

Las cuitas del PP y del alcalde no paran ahí. Ahora, para alejarlo del foco mediático y, posiblemente para pasar más desapercibido si va o viene, o si está o se le espera, De la Torre le ha concedido un despacho lejos del Ayuntamiento, una torre de marfil como la que hablaba Kavafis, en pleno centro de Málaga. Desde ahí Cassá tendrá tiempo para estudiar una posible oferta de la que se rumorea. El presidente del PP andaluz y Consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo, le pudo ofrecer para convencerlo y pasar con armas y bagajes al equipo de Gobierno y mantener así al alcalde, ir en una futura candidatura municipal del PP. No parece que por Málaga sea presentable ni rentable llevarlo pero siempre hay pueblos para paracaidistas y diputaciones donde ubicarse con sueldos galácticos… y mientras tantos los bancos de alimentos en Málaga con colas.